El Cristo del Picacho

Ubicado en el Parque Naciones Unidas, en el Cerro de El Picacho, se erige majestuoso el Monumento al Cristo de "El Picacho". Esta imponente escultura pesa 2,500 toneladas y alcanza una altura total de 30 metros, con una figura de 20 metros de altura sobre un pedestal de 10 metros. Su ceremonia de inauguración tuvo lugar el 16 de enero de 1998.

Introducción

La impresionante figura religiosa de concreto reforzado fue concebida artísticamente por el renombrado escultor hondureño Mario Zamora Alcántara (QDDG). La ingeniería estructural detrás de esta obra maestra fue realizada por la Compañía Constructora CONSULCRETO, bajo la dirección del Ingeniero José Francisco Paredes (QDDG), mientras que el diseño arquitectónico del parque fue elaborado por el Arquitecto Luciano Durón. Los exquisitos jardines fueron diseñados por la Sra. Telma Henríquez (QDDG).

El proceso comenzó con la creación de un colosal molde de fibra de vidrio en la Ciudad de México, el cual fue transportado y posteriormente fundido en el lugar de destino en El Picacho, sobre una base de hormigón de diez metros de altura. La construcción demandó siete meses de intenso trabajo, en el que participaron un equipo de 40 personas.

El Cristo de El Picacho, mirando hacia la ciudad, preside desde lo alto tres terrazas-miradores que ofrecen vistas panorámicas de las ciudades gemelas que conforman el Distrito Central. Esta magnífica obra se cuenta entre las 30 maravillas de Honduras.

El entorno del Monumento ofrece una amplia gama de servicios, incluyendo senderos sombreados, jardines adornados con más de 80 especies de plantas exóticas, así como diversas plazas ideales para la realización de eventos. Además, se provee un área de baños y se completa con equipamiento urbano como bancas de concreto, contenedores de basura y señalización adecuada.

Erigido en el lado oeste del cerro Picacho, el imponente Cristo se yergue majestuoso, visible desde una distancia considerable para al menos el 60% de la población de Tegucigalpa y Comayaguela, destacando especialmente durante las horas nocturnas.

Etapas de Construcción

En la primera fase, que comprendió las Etapas I y parte de la Etapa II, llevada a cabo en el año 1997, se llevó a cabo un proyecto integral que incluyó la construcción del Monumento, así como la creación de terrazas y jardines orientados hacia el Sur.

En la segunda fase, que abarcó desde la Etapa III en los años 1998 hasta 2005, se realizaron diversas actividades. Esto incluyó la edificación de muros y torreones en la parte Norte del complejo, la creación de dos nuevas áreas de terrazas y jardines (Terrazas y jardines #3 y #4), la instalación de muros y bardas para delimitar el área al Oeste, y el desarrollo del Sendero Exterior que conecta con la Terraza #2.

La tercera fase, que se llevó a cabo en el año 2007 e incluyó las Etapas I y II, estuvo marcada por la implementación de varios elementos importantes. Esto incluyó el establecimiento de la Plaza Ceremonial de Acceso hacia el Oeste, la instalación del Módulo Sanitario y la Planta de Tratamiento, la conclusión del Sector Central del complejo, que abarca la Plaza Secundaria, bancas y gradas (Etapa I), y la construcción del Torreón #2 y gradas en la Gruta del Cristo (Etapa II).

La cuarta fase, comprendida entre los años 2008 y 2009 (Etapa IV), se caracterizó por una serie de mejoras y expansiones significativas. Entre ellas se incluyeron la ampliación de la Plaza Ceremonial, la construcción de rampas para facilitar el acceso de personas con discapacidad, la incorporación de cinco locales comerciales, la realización de mejoras en las terrazas, senderos y jardineras, así como la instalación de un sistema de iluminación adecuado para el complejo.

Finalmente, la quinta fase, que tuvo lugar en el año 2010 (Etapa V), se centró en el mejoramiento del sendero ubicado en la parte norte del complejo, así como en la creación de un anfiteatro para eventos y actividades culturales en esa misma área.

Historia

En el año 1997, durante los preparativos para la celebración del Jubileo del año 2000, Monseñor Oscar Andrés Rodríguez decidió dedicar la conmemoración al Señor Jesucristo, expresando su deseo de erigir un monumento de manera solemne. Para llevar a cabo este propósito, se formó una comisión encabezada por la Licenciada Armida de López Contreras, compuesta por miembros clave de la sociedad hondureña. Tras largas deliberaciones y consultas, y con la aprobación de Monseñor Rodríguez, se acordó la construcción de una gran imagen de Cristo.

Inicialmente, se consideraron dos ubicaciones para el monumento. La primera opción era en el punto más alto del Cerro de El Picacho, el cual es el accidente natural más destacado y representativo de la capital de Honduras, ofreciendo una vista panorámica de la ciudad. Sin embargo, esta opción fue descartada debido a que el área estaba ocupada por instalaciones importantes de distribución de agua potable.

Otra alternativa fue ubicarlo en el Cerro "El Berrinche", que cierra el sur de la capital como una pantalla natural. Sin embargo, esta opción también fue descartada debido a que su proyección quedaría limitada al sector del casco histórico y se encontraba cerca de una zona de riesgo, que posteriormente sufrió daños significativos debido al paso del huracán Mitch.

Finalmente, se decidió ubicar el monumento a una altura menor, aproximadamente 30 metros más abajo y a 300 metros de distancia del punto más alto del Cerro de El Picacho, en un área especial del Parque de las Naciones Unidas que bordea los desfiladeros del cerro. Se seleccionó el lugar donde se encontraba un antiguo reloj de sol, construido en los años cuarenta como un símbolo maya, que servía como mirador en ese momento, y que contaba con la aprobación de Monseñor Oscar Andrés Rodríguez.

La construcción de esta obra monumental requirió una inversión considerable. El pueblo hondureño, así como numerosas entidades gubernamentales y privadas, contribuyeron entusiastamente, logrando recaudar aproximadamente 5 millones de lempiras en muy poco tiempo. Se contrató al artista Mario Zamora, residente en México, quien presentó tres bocetos para el monumento, siendo seleccionada la imagen de Jesús Resucitado por Monseñor Rodríguez.