Biosfera del Río Plátano

La Reserva de la Biosfera de Río Plátano está localizada en los alrededores de río Plátano en Departamento de Gracias a Dios, la región en la costa caribeña de Honduras. Tiene una extensión de 9,871 km² y abarca tanto montañas como tierras bajas de selva tropical con una gran biodiversidad. La reserva ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera por la Unesco, en el año 1981.

 

Introducción

Si consideramos su inclusión junto con la Reserva de la Biosfera de Tawahka, el Parque Nacional Patuca y la Reserva de la Biosfera Bosawás en Nicaragua, esta extensa área alcanza aproximadamente más de 38,000 km² de selva, lo que la posiciona como la segunda selva más grande en el hemisferio occidental, solo superada por la selva amazónica en Brasil.

Además, la Reserva de la Biosfera Río Plátano participó como una de las siete Maravillas naturales del planeta. Esta región abarca el 7% de la superficie de Honduras y, según investigaciones recientes, alberga tres veces más animales por hectárea cuadrada que la Amazonia, lo que la convierte en la selva más densamente poblada del continente.

La región es también el hogar de cinco grupos culturales distintos: los indígenas miskitos, tawahkas y pechs, los garífunas y los mestizos. Estas comunidades aún mantienen vivas las tradiciones y el estilo de vida de sus ancestros.

La riqueza cultural de la zona ha atraído la atención de numerosos arqueólogos, en parte debido a los enigmáticos petroglifos que se encuentran a lo largo de las orillas de los ríos. Las leyendas locales hablan de la existencia de una antigua ciudad llamada "Ciudad Blanca", lo que ha impulsado múltiples expediciones en la selva de la Reserva en busca de este misterioso lugar.

A pesar de estos desafíos, la Reserva de la Biosfera Río Plátano ha sido nominada entre 51 sitios naturales de América del Sur y cinco de Centroamérica por la Fundación New 7 Wonders, con el fin de elegir las siete Maravillas de la Naturaleza Mundial. Este reconocimiento debería inspirar a todos los hondureños a seguir votando para que esta maravilla natural pueda formar parte de las siete maravillas del mundo.

Arqueología

La Reserva de la Biosfera Río Plátano es un tesoro arqueológico que alberga más de 200 sitios históricos, incluyendo el lugar donde Cristóbal Colón realizó su primer desembarco en el continente americano. Además, dentro de la reserva se encuentran antiguos asentamientos en estado de ruina que incluyen vestigios de construcciones, senderos, petroglifos y otros restos de interés histórico.

Lamentablemente, la mayoría de estos sitios carece de protección adecuada, y algunos de ellos han sido víctimas de saqueos, si bien muchos son importantes destinos turísticos. Aunque en sus inicios, el valor arqueológico de la región desempeñó un papel crucial en la creación de la reserva, en la actualidad, el enfoque principal se centra en la conservación de los bosques.

La leyenda de "La Ciudad Blanca" se sitúa en esta región, y a lo largo del tiempo, tanto arqueólogos profesionales como aficionados han aseverado haberla descubierto. No obstante, ninguno ha presentado pruebas sólidas que respalden estas afirmaciones. La mayoría de los expertos mantienen un escepticismo respecto a su existencia histórica.

Conservación de Reserva de la Biosfera Río Plátano

En 1996, la Reserva de la Biosfera Río Plátano fue catalogada como Patrimonio Mundial en Peligro debido a las amenazas que enfrentaba. Para abordar estos desafíos, se implementó un plan de gestión en el año 2000 que comprendía la macrozonificación, subzonificación y planes específicos para la conservación. El plan de macrozonificación definió áreas de amortiguamiento, zonas de valor cultural y zonas nucleares.

En 2006, se observó una disminución en la amenaza general, especialmente en las zonas nucleares, debido a mejoras sustanciales en los esfuerzos de conservación. Esta mejora llevó a que se retirara la designación de Patrimonio Mundial en Peligro en 2007. Sin embargo, investigaciones realizadas en 2010 y 2011 sugieren que las ganancias iniciales no se han mantenido y que la situación actual plantea preocupaciones. La UNESCO realizó una misión al Río Plátano en 2011 y descubrió actividades ilegales dentro de las zonas nucleares.

Diversas organizaciones, tanto gubernamentales como no gubernamentales, han desarrollado e implementado planes de conservación en la región. El principal objetivo de la reserva es proteger la tierra de la deforestación y el desarrollo no sostenible. El plan de conservación de la reserva busca integrar a las comunidades locales en su entorno a través de prácticas agrícolas sostenibles.

Ciudad Blanca

La "Ciudad Blanca" es un misterio que ha intrigado a muchas personas a lo largo de los años. Se trata de una supuesta ciudad de una antigua civilización que aún no ha sido identificada. A pesar de los esfuerzos realizados, se estima que llevará alrededor de 50 años descubrir esta ciudad, que se cree que tiene un tamaño de aproximadamente 50 kilómetros cuadrados. Lo sorprendente es que esta ciudad pasó desapercibida durante tanto tiempo.

El descubrimiento de la Ciudad Blanca tuvo lugar en 2012 gracias a equipos de investigación de National Geographic y The Explorers en colaboración con los centros de conservación de Honduras. Esta ciudad, también conocida como la "Ciudad Perdida del Dios Mono", es un sitio arqueológico situado en el oriente de Honduras. Lo que inicialmente se consideraba una leyenda fantástica y más tarde un mito sobre una civilización desaparecida misteriosamente, se ha convertido en un centro de estudios arqueológicos en la actualidad.

La historia precolombina de la región señala las civilizaciones que habitaban lo que hoy es Honduras, incluyendo los Mayas, los Lencas, los Chibchas, los Misquitos, y otros grupos indígenas. La llegada de los conquistadores españoles en 1492 marcó el comienzo de la colonización y el sometimiento de los indígenas.

Desde la época de la colonización, se emprendió la exploración de lugares de los que los indígenas hablaban, mencionando la existencia de la "Ciudad del Oro" o la "Fuente de la Vida Eterna". Estos relatos llevaron a la búsqueda de tesoros en diversas regiones de América, pero en muchos casos, no se encontraron pruebas de la existencia de estos lugares míticos, lo que dio lugar a la creación de leyendas fantásticas.

Un relato sobre una ciudad indígena con edificios completamente blancos, situada al oriente de Comayagua, llegó a oídos de Hernán Cortés a través de una nota del Obispo de Trujillo, Cristóbal de Pedraza. Cortés emprendió una búsqueda para encontrarla, pero como muchos otros, no tuvo éxito en su intento. Así nació la leyenda de la "Ciudad Blanca" o "Ciudad del Dios Mono".