Reserva Biológica Cayos Zapotillos
Está situado a una distancia de 42 kilómetros en el mar, frente a la costa del departamento de Cortés, en Honduras. Este conjunto cuenta con tres diminutos cayos: Cayo Rass, Hunting Cay y uno de menor tamaño, que se encuentra rodeado de arrecifes de coral y es visitado por aves marinas para anidar, al igual que por las tortugas marinas. De acuerdo a los relatos históricos, de este arrecife se extrajo la cal y grandes fragmentos de los arrecifes de coral que fueron empleados en la edificación del Castillo de Omoa.
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Introducción
El cayo Sapodilla, también conocido como cayos Zapotillos o cayos Sapote (en inglés: Sapodilla Cay o Sapodilla Cayes), se encuentra en el golfo de Honduras y se caracteriza por ser un conjunto de cayos deshabitados.
Existe una disputa territorial en relación a su ubicación, ya que Belice considera que se hallan dentro de sus aguas territoriales, mientras que Guatemala sostiene que el límite marítimo entre Belice e Izabal se encuentra al noroeste de los Zapotillos. Además, es importante destacar que Honduras también ha reclamado estos cayos Sapodilla en su Constitución de 1982, aunque no se dispone de información precisa sobre los fundamentos de su reclamación.
Aunque se le conoce como los "Cayos Trinacionales Zapotillos", este lugar es relativamente desconocido en gran parte debido a un proceso liderado por la Organización de los Estados Americanos (OEA) que busca garantizar la protección, beneficio y desarrollo racional de estos cayos por parte de Honduras, Guatemala y Belice, con la conservación de sus recursos naturales en mente. No obstante, es más comúnmente reconocido como "Cayos Zapotillos Belice" debido a la postura de Belice, que ha reclamado su dominio sobre esta área por razones geográficas y políticas.
Los cayos Zapotillos deben su nombre a la abundancia de frondosos árboles con ese nombre, los cuales producen una fruta en forma de óvalo, dulce como la miel y de color amarillo, similar a la yema de huevo. Desde la partida del poder del general Tiburcio Carías en 1949, no ha habido presencia de autoridades hondureñas en estos cayos.
El personal hondureño abandonó sus puestos al no recibir pago por parte de la administración gubernamental sucesiva. Esta situación fue aprovechada por Belice para tomar posesión de estas joyas en el mar Caribe.
En la actualidad, son los beliceños quienes controlan el acceso de turistas a través de Hunting Cay, la isla más grande, donde cuentan con personal de Migración y un destacamento de su Guardia Nacional. Ni los hondureños pueden ingresar a los cayos sin haber obtenido previamente una visa del consulado de Belice en San Pedro Sula.
Los guatemaltecos, que comparten una frontera con Belice, tampoco pueden acercarse sin los documentos adecuados, lo que se aplica en la aduana de Melchor de Mencos, su país vecino.