Microeconomía, concepto e Historia

Se trata de una rama de la economía que se enfoca en analizar el comportamiento de los agentes económicos a nivel individual, principalmente las empresas y los consumidores. La economía, por su parte, es considerada como la ciencia que se encarga de estudiar la distribución de recursos escasos entre distintas actividades. En otras palabras, las personas persiguen diversos objetivos que van desde la satisfacción de necesidades básicas como alimentación, vestimenta y protección, hasta metas más complejas de tipo material, estético y espiritual. No obstante, la obtención de estos objetivos se ve limitada por la disponibilidad de factores productivos, tales como el trabajo, el capital y las materias primas.

 
 

Introducción

La disciplina de la microeconomía se enfoca en el análisis de cómo los recursos son asignados para alcanzar objetivos diversos, lo cual se diferencia de la macroeconomía, que se ocupa de temas como la utilización total de los recursos disponibles, el crecimiento económico y otros temas relacionados con ellos. No obstante, en ocasiones resulta difícil trazar una línea clara entre ambas áreas de estudio.

Microeconomia

 

Un ejemplo de cómo la microeconomía y la macroeconomía se relacionan es que las diferentes escuelas de pensamiento económico a menudo tienen perspectivas macroeconómicas distintas debido a los supuestos que hacen en el contexto microeconómico. Un ejemplo de esto es la variación en las opiniones sobre el papel que los tipos de interés desempeñan en la regulación del nivel de actividad económica, que es un tema fundamentalmente macroeconómico, pero cuya comprensión se basa en el estudio de los motivos que impulsan la demanda de dinero, el cual es un tema de microeconomía.

Los componentes clave de la microeconomía son aquellos que se utilizan para describir.

  • La forma en que los individuos o las familias (economías domésticas) determinan su demanda de bienes y servicios.

  • La forma en que las empresas deciden qué y cuántos bienes y servicios producirán, y con qué combinación de factores productivos.

  • La forma en que los mercados relacionan la oferta y la demanda. Estos tres componentes de la microeconomía pueden sintetizarse de esta manera en demanda, oferta y equilibrio del mercado. Otras subáreas importantes de la microeconomía son la economía del bienestar y las finanzas públicas.

Para analizar la demanda, la oferta y el equilibrio del mercado, la microeconomía utiliza conceptos fundamentales como la elección racional y la optimización. La disciplina se basa en supuestos simplificados acerca del comportamiento de los agentes económicos, los cuales se reconocen como limitativos y, por tanto, sólo aplicables en cierta medida. No obstante, se considera que estos supuestos son lo suficientemente precisos como para realizar predicciones exactas sobre el comportamiento de productores y consumidores. Por ejemplo, la teoría de la demanda de los consumidores se basa en la premisa de que estos actúan de manera racional al buscar maximizar su utilidad.

 

El consumidor busca alcanzar la elección óptima que le permita obtener la mayor utilidad posible entre las diferentes opciones que se le presentan. Esta elección se ve afectada por su poder adquisitivo, que depende de sus ingresos y capacidad de endeudamiento, así como por los precios de los bienes y servicios disponibles. Con base en esta información, la elección que maximiza la utilidad del consumidor está determinada por sus preferencias individuales, es decir, la valoración subjetiva que el consumidor asigna a la utilidad total que puede obtener de distintas combinaciones de bienes y servicios.

Demanda (Concepto, teoría)

La teoría microeconómica de la demanda del consumidor busca demostrar, a partir de una serie de supuestos psicológicos, cómo cambia la elección maximizadora de la utilidad del consumidor cuando se modifican algunos factores clave de la decisión, como su poder adquisitivo, los precios de los bienes y servicios disponibles, y sus gustos o preferencias. La teoría permite hacer predicciones sobre la sensibilidad de la demanda ante cambios en los precios de un producto o de sus sustitutos, teniendo en cuenta las características únicas de cada bien o servicio y la situación individual del consumidor.

Una de las aplicaciones teóricas de la microeconomía es explicar los factores que influyen en la demanda de distintos bienes y servicios. A partir de supuestos simplificadores sobre el comportamiento del consumidor, se pueden deducir las propiedades y características de la demanda, así como analizar fenómenos aparentemente paradójicos, como por qué algunos bienes no siguen la ley de la demanda, que establece que ésta disminuye ante un aumento de precio, o por qué los diamantes, que no tienen una importancia vital, son más costosos que el agua.

El individuo, como agente económico, no se limita a ser un simple consumidor, sino que también tiene la capacidad de vender su fuerza laboral para obtener ingresos. Por tanto, uno de los primeros dilemas a los que se enfrenta es la elección entre la cantidad de tiempo que desea dedicar a su tiempo libre y la cantidad de ingresos que desea obtener. La elección racional se alcanza cuando el promedio de la utilidad marginal del tiempo libre y los ingresos es igual al precio relativo, es decir, al salario. La teoría microeconómica permite explicar por qué, ante un aumento de los salarios, la oferta de trabajo puede aumentar o disminuir dependiendo de diversos factores y circunstancias.

De manera similar, el consumidor se enfrenta a la elección entre consumir en el presente o ahorrar para el futuro, y esta elección también es importante en su toma de decisiones económicas. La teoría microeconómica de la elección intertemporal se encarga de analizar este tema, considerando también los riesgos asociados. El consumidor debe tener en cuenta el factor riesgo al tomar decisiones sobre consumo y ahorro, y la teoría microeconómica se ocupa de analizar la elección óptima en condiciones de incertidumbre, que tiene implicaciones en áreas como la teoría de juegos y en situaciones prácticas como la determinación de primas de seguros.

 

Oferta (Concepto, teoría)

La teoría de la oferta, aunque también es importante, no es tan satisfactoria y aplicable como la teoría de la demanda. La teoría de la oferta se centra en el comportamiento de los agentes económicos que actúan como productores, como las empresas, y su análisis requiere la aplicación de la teoría de la empresa. En este caso, el supuesto fundamental es que las empresas buscan maximizar sus beneficios, al igual que el consumidor busca maximizar su utilidad. Sin embargo, este supuesto simplificador no es tan útil en la práctica como lo es en la teoría de la demanda.

Esto se debe, en parte, a que las empresas están administradas por gerentes cuyos objetivos pueden no estar limitados a maximizar los beneficios de la empresa. Estos gerentes pueden tener otros objetivos, como maximizar sus ingresos y prestigio, o aumentar su poder. Estos objetivos pueden depender del tamaño de la empresa, sus características y su rentabilidad, aunque a largo plazo, el poder potencial de los accionistas podría hacer que la empresa se comporte de acuerdo con el modelo de maximización de beneficios. Sin embargo, incluso si se acepta este modelo, todavía existen muchos obstáculos para explicar cómo se determina la oferta de un producto en particular. A corto plazo, teniendo en cuenta la capacidad de producción, el supuesto de maximización de beneficios permite hacer algunas predicciones sobre la cantidad producida por la empresa y su demanda de factores productivos, al menos en condiciones de competencia perfecta.

Se pueden realizar una serie de consideraciones razonables acerca de cómo la variación de los factores de producción afecta a la cantidad producida resultante. Estos supuestos tecnológicos se representan mediante las "funciones de producción", que son análogas a los supuestos realizados en la teoría de la demanda sobre la relación entre el consumo y la utilidad marginal del consumidor. A partir de supuestos genéricos sobre las funciones de producción, se puede deducir cómo varían los costos medios y marginales cuando se modifica la producción, y así se puede determinar cuál es la cantidad óptima a producir para maximizar los beneficios, así como la combinación óptima de factores de producción.

Por consiguiente, los modelos que se encargan de estudiar la oferta a corto plazo, y que vienen a complementar los modelos de demanda anteriormente mencionados, no deberían plantear muchos inconvenientes. La teoría de la oferta también ofrece una base sólida para efectuar pronósticos a corto plazo sobre la fluctuación de la demanda de factores de producción según las modificaciones de los precios relativos de los mismos.

 

De manera similar, una gran parte de la teoría económica se dedica al análisis de las negociaciones entre empresas y empleados, y cómo las prácticas laborales varían en función de los salarios que se ofrecen. Esto se puede explicar sin tener que recurrir a hipótesis complicadas acerca de la ética empresarial o el valor añadido de la formación profesional. Las teorías que examinan temas como la diferenciación entre los trabajadores "internos" y "externos" permiten explicar por qué los desempleados no pueden, salvo en los empleos menos cualificados, conseguir ser contratados por un salario más bajo, ya que esto implicaría el despido de los trabajadores actuales. Este es otro ejemplo de cómo la microeconomía se relaciona con cuestiones macroeconómicas.

A pesar de que los modelos explicativos de la oferta a corto plazo tienen una base teórica satisfactoria y permiten predecir con cierta fiabilidad el comportamiento a corto plazo de las empresas, las explicaciones de los determinantes de la oferta a largo plazo no son tan sólidas. Esto se debe a la capacidad de las empresas para cambiar su capacidad productiva, la dificultad para hacer supuestos adecuados sobre las economías de escala y los cambios tecnológicos, y la subjetividad al elegir el período para el análisis, que debe ser más largo que el tiempo en que se puede considerar que la capacidad instalada es más o menos fija (aunque este concepto tampoco es tan claro como se podría pensar inicialmente).

Cuando se combinan los modelos de la teoría del consumidor con los de la empresa, se pueden crear ejemplos claros de cómo funciona el mercado. A pesar de las simplificaciones que se realizan en estos modelos, permiten hacer predicciones bastante fiables sobre cómo responderán la oferta y la demanda ante cambios en los factores determinantes. Esta área de la microeconomía se llama "estática comparativa". De esta manera, se pueden hacer pronósticos precisos sobre cómo afectarán las preferencias del consumidor o la tecnología disponible a la oferta, la demanda y la producción de equilibrio, pero solo en un contexto de competencia perfecta.

A pesar de que el modelo de la empresa en un escenario de competencia perfecta se considera el punto de partida de la teoría microeconómica de la oferta, se reconoce que en la realidad los mercados no funcionan de manera perfectamente competitiva y suelen presentar características de competencia imperfecta. En este sentido, se pueden encontrar situaciones de monopolio en las que un único productor tiene el control absoluto del mercado.

En algunas ocasiones, el mercado puede ser un oligopolio, lo que significa que está dominado por un número limitado de empresas, o puede presentar otras características que lo convierten en un mercado de competencia imperfecta. Por ejemplo, cuando los consumidores no tienen información completa sobre los precios y calidades de los diferentes productos, lo que es esencial en la competencia perfecta. La información completa es difícil de conseguir en mercados grandes y complejos. Además, los consumidores pueden ser leales a un producto en particular debido a factores como la cercanía, la costumbre, la calidad o la confianza, lo que puede generar un mercado imperfecto para ese producto en particular. En resumen, se acepta comúnmente que los mercados no son perfectamente competitivos, sino que pueden tener diversas características de competencia imperfecta.

Equilibro del mercado

La tercera área fundamental de la microeconomía es el estudio del equilibrio en el mercado, es decir, cómo se comporta el mercado para lograr un equilibrio entre la oferta y la demanda, en función del grado de competencia que exista. Este análisis es relativamente sencillo en el caso del monopolio puro, aunque es poco frecuente. Un ejemplo podría ser el suministro de electricidad en una región, que suele estar bajo el control de una única empresa.

Sin embargo, la competencia no desaparece por completo, ya que siempre hay productos sustitutivos que pueden limitar la capacidad de la empresa monopolista para maximizar sus beneficios a largo plazo, como el gas o el petróleo en el caso de la producción de electricidad. En el caso del oligopolio, en el que solo unas pocas empresas controlan el mercado, la teoría económica recurre a la teoría de juegos para entender cómo se comportan estas empresas y cómo influye la interacción entre ellas en los resultados del mercado. En ambos casos, el equilibrio del mercado se alcanza a través de la interacción entre la oferta y la demanda, y depende del grado de competencia presente en el mercado.

Es evidente que la microeconomía es la base fundamental de cualquier especialización en economía. En el ámbito de las finanzas públicas, cuando se estudia el impacto de un impuesto, se debe considerar el modelo microeconómico que se va a utilizar para analizar su efecto sobre la oferta, la demanda, los precios y los ingresos. Un impuesto sobre la renta, por ejemplo, puede reducir la oferta de trabajo, mientras que uno sobre los beneficios puede disminuir la demanda de inversión. Asimismo, la economía del bienestar se basa en supuestos sobre el funcionamiento de los mercados, lo que la convierte en una rama dependiente de la microeconomía.

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Kilo tapias peralta Escobar

Soy el fundador de Corporación KRONOZ, divulgador de ciencia, amante de la naturaleza, y fiel creyente del error y superación del ser humano, “El tiempo es solo una mera ilusión, el pasado, el presente y el futuro, existen simultáneamente, como parte de un rompecabezas, sin principio ni final”.

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