José Trinidad Cabañas (Biografía)
José Trinidad Cabañas Fiallos vio la luz por primera vez en Tegucigalpa, Honduras, el 9 de junio de 1805, y concluyó su vida en Comayagua, Honduras, el 8 de enero de 1871. Ostentaba el título militar de General de División y se destacó como político hondureño. Durante el lapso entre 1852 y 1855, desempeñó el cargo de presidente constitucional del Estado de Honduras. Además, Cabañas fue un ferviente partidario de las ideas unionistas de Centroamérica.
Introducción
Es reconocido como un prócer y una de las figuras más íntegras en la historia de Honduras. Durante su mandato presidencial, abogó por la siguiente premisa:
"No se trata de establecer la República para algunos, sino la República para todos."
En la estatua erigida en su honor en el Parque La Merced, Tegucigalpa, se puede leer:
"A quien valientemente luchó por la unión centroamericana. Ejemplo de constancia, honestidad y valentía. El hombre que es admirado por toda Honduras y continuará siendo admirado eternamente."
El 9 de junio de 1805 marcó el nacimiento de José Trinidad Cabañas en Tegucigalpa, siendo hijo de José María Cabañas Rivera y Juana María Fiallos. El mismo día de su llegada al mundo, fue bautizado por el padre Juan Francisco Márquez Castejón. Su acta de bautismo está consignada en el folio 98 del Registro Eclesiástico de la Iglesia Parroquial de San Miguel de Tegucigalpa, donde es identificado como español.
En el Colegio Tridentino de Comayagua, emprendió estudios de gramática latina, teología y filosofía, consolidando así su formación académica.
Vida militar
En 1827, durante la invasión y el asedio de Comayagua por las fuerzas de José Milla, José Trinidad Cabañas, entonces con 22 o 23 años, ofreció su colaboración en la defensa del gobierno. Su padre, presentándose ante Dionisio de Herrera con sus tres hijos, expresó:
"Señor, el peso de mis años no me permite acompañarlos al campo de batalla, pero aquí tenéis a mis tres hijos que pueden hacer lo que yo debería hacer, dispuestos a derramar su sangre al pie de la bandera que defendéis."
Esta fue la primera incursión militar de Cabañas en la Batalla de La Trinidad el 11 de noviembre de 1827. Posteriormente, se unió al ejército de la República Federal de Centroamérica, sirviendo como lugarteniente del General Francisco Morazán y ascendiendo a general del Ejército Federal. Su desempeño en el ámbito político y militar lo llevó a convertirse en Diputado de la Asamblea Constituyente de 1830. Participó activamente en varias batallas, incluyendo San Salvador, Las Charcas, El Espíritu Santo y San Pedro Perulapán, destacándose en la Batalla del Sitio de la Soledad el 13 de noviembre de 1839.
Después de la derrota liberal de 1840, Cabañas y Morazán se exiliaron en Panamá, y posteriormente Cabañas viajó a Costa Rica. Mantuvo una estrecha amistad con Morazán, a quien se refería como "Mi amado general". Tras la muerte de Morazán en 1842, Cabañas expresó su descontento, afirmando que a ellos podrían fusilarlos, pero al general Morazán no, ya que sería un crimen hacia Centroamérica.
Cabañas retornó a El Salvador, donde vivió durante varios años y colaboró con los presidentes salvadoreños Eugenio Aguilar y Doroteo Vasconcelos. En diciembre de 1850, ocupó el cargo de ministro de Guerra y participó en la Batalla del Sitio de San José, de la Arada, siendo vencido el 2 de febrero de 1851.
Presidencia del Estado
Durante su residencia en la ciudad de San Miguel, a José Trinidad Cabañas se le informó sobre los resultados de las elecciones de finales de 1851 en Honduras mediante una comisión de senadores conformada por Francisco López, Vicente Vaquero y León Alvarado. En dichas elecciones, había sido elegido como Presidente de Honduras. La Asamblea Legislativa de Honduras le envió el Decreto de Elección como Presidente Constitucional, y tras prestar la promesa de Ley, asumió el cargo el 1 de marzo de 1852.
Durante su mandato, con José Santiago Bueso Soto como Vicepresidente, Cabañas llevó a cabo importantes iniciativas para promover la educación pública, la agricultura y la minería. También realizó esfuerzos significativos para mejorar el cultivo del café y fomentar la instrucción pública. Fue un defensor del ferrocarril, el café y la artesanía de junco. Adoptó medidas educativas, como imponer impuestos a la exportación de ganado y madera para financiar las primeras 50 escuelas públicas con fondos nacionales.
Con el objetivo de restablecer la Federación Centroamericana, Cabañas fue designado Vice Jefe de Estado por la Asamblea Constituyente de Centroamérica en Tegucigalpa el 13 de octubre de 1852. Sin embargo, Cabañas declinó el cargo argumentando: "No estoy preparado para tan alto cargo, soy un soldado, no tengo conocimientos de la administración pública". En consecuencia, el vicepresidente Pedro Molina asumió la responsabilidad de celebrar asambleas en El Salvador y Nicaragua.
El 23 de junio de 1853, Cabañas firmó la primera contratación para la construcción del Ferrocarril Interoceánico de Honduras, destinado a conectar Omoa con Amapala. Aunque el proyecto había sido concebido desde 1590 y anteriormente archivado por el Consejo de Indias, Cabañas se retractó de la idea al considerarla una amenaza para la soberanía nacional debido a la necesidad de empréstitos extranjeros. Finalmente, el proyecto fue llevado a cabo durante el gobierno de José María Medina.
Guerra con Guatemala
En 1853, José Trinidad Cabañas designó a José Francisco Barrundia como Ministro Plenipotenciario en Washington D.C. Durante este año, el Presidente guatemalteco, el General Rafael Carrera, hostigó constantemente al General Cabañas. Ante esta situación, Cabañas cedió temporalmente la presidencia al General José Francisco Gómez y Argüelles desde el 9 de mayo hasta el 31 de diciembre de 1853. Lo hizo para liderar personalmente la campaña militar contra Guatemala, estableciendo su cuartel general en la ciudad de Gracias. A finales de agosto, fuerzas invasoras comandadas por el Coronel guatemalteco José Víctor Zavala capturaron la Fortaleza de San Fernando en Omoa, debido a la traición del Capitán José María Medina. Cabañas envió rápidamente fuerzas gubernamentales para retomar el fuerte. Retornó a la presidencia el 1 de enero de 1854, enfrentándose a condiciones políticas difíciles.
En julio de 1854, Cabañas envió una columna militar a Nicaragua bajo el mando del General José Francisco Gómez y Argüelles, quien falleció por cólera el 25 de julio de 1854. Debido a los esfuerzos de Cabañas por restablecer la Federación Centroamericana y a sus conflictos con el gobierno conservador de Rafael Carrera, este último declaró su objetivo de derrocar al General José Trinidad Cabañas.
Carrera apoyó a los conservadores hondureños, liderados por el General Juan López, quienes invadieron Honduras y derrotaron a Cabañas en la batalla de Masaguara, en los llanos de Santa Rosa y Gracias el 6 de octubre de 1855. Esto obligó a Cabañas a renunciar a la presidencia y refugiarse en El Salvador. El general Juan López convocó al Vicepresidente José Santiago Bueso Soto para asumir la titularidad del Ejecutivo el 18 de octubre del mismo año.
Tras llegar a El Salvador, Cabañas viajó a Nicaragua en busca de apoyo para recuperar la presidencia de Honduras. Sin embargo, el presidente nicaragüense Patricio Rivas no brindó su respaldo, posiblemente influenciado por el aventurero William Walker. Ante esta situación, Cabañas regresó a El Salvador, donde vivió durante muchos años y desempeñó roles como ministro y gobernador civil y militar de San Miguel en el gobierno de su amigo Gerardo Barrios (1858-1863). Su llegada a San Salvador ocurrió el 30 de septiembre de 1862 a las 4:30 p. m.
Últimos años
Durante los últimos años de su vida, el General Cabañas se retiró de la política y logró regresar a Honduras en 1867, estableciéndose en Comayagua. En este país, inició una campaña contra la presencia de William Walker en Centroamérica. Posteriormente, fue designado por la administración del Presidente José María Medina como Intendente de la Aduana de Trujillo. Durante su período de salud debilitada en diciembre de 1870, fue atendido por sus médicos de cabecera Pedro de la Rocha, junto a los doctores Jesús Bendaña y Manuel Fernández. El General Cabañas falleció el 8 de enero de 1871, a la edad de 65 años.
Tras su muerte, el gobierno de Honduras le otorgó el título de "Soldado de la Patria", y la República de El Salvador nombró uno de sus departamentos en su honor con el nombre de Cabañas. Sus restos descansan en la Iglesia de San Sebastián de Comayagua.