Agronomía: Concepto, historia y ramas de la agronomía
La agronomía, también conocida como ingeniería agronómica, es una disciplina científica que engloba un conjunto de conocimientos aplicados a la agricultura. Su objetivo es optimizar los procesos de producción agrícola y alimentaria mediante el uso de tecnología avanzada. Para lograrlo, estudia diversos factores, incluyendo los aspectos físicos, químicos, biológicos, económicos y sociales que influyen en la agricultura.
Indice de Contenido
Introducción
La agronomía considera la producción agrícola como un componente integral de un agroecosistema, es decir, una manera específica en que los seres humanos interactúan con los procesos naturales de germinación, crecimiento y reproducción de las plantas para obtener alimentos y materias primas.
Este agroecosistema incluye factores físicos como el suelo, el clima y la disponibilidad de agua, así como factores biológicos, como la presencia de plagas y la competencia entre las especies cultivadas. La agronomía se encarga de estudiar y gestionar estos elementos para mejorar la producción agrícola.
Además, dado que la agricultura y la ganadería son ciencias aplicadas más que teóricas, la agronomía ofrece una oportunidad para sistematizar y organizar este conocimiento de manera científica, académica y verificable.
Historia de la Agronomía
Surgimiento en el Siglo XVIII
Según el historiador Gilles Denis, la agronomía surgió en Europa durante el siglo XVIII, estrechamente ligada al desarrollo del método científico y a una "ideología de la utilidad" que promovía la comprensión y el control de la naturaleza. Esta ciencia también se relacionaba con el auge de la economía política, la fisiocracia, y la percepción de la agricultura como una fuente crucial de riqueza para un reino. Denis sostiene que es anacrónico hablar de agronomía antes de su aparición en Europa en ese siglo, por lo que términos como "agronomía antigua" o "agronomía china" serían inapropiados. En contraste, Jean Boulaine define la agronomía como un conjunto de conocimientos sobre el desarrollo, explotación y conservación del mundo rural y los sistemas técnicos que permiten su avance, considerando su origen tan antiguo como la propia agricultura.
Antigüedad
En la antigüedad, las prácticas agrícolas eran documentadas y estudiadas en varias civilizaciones, como los bajorrelieves egipcios. Se destaca al agrónomo cartaginés Magón, quien redactó un tratado de agronomía estructurada antes del siglo II a.C., cuya importancia fue tal que el Senado romano ordenó su traducción. En Roma, la aristocracia mostró un notable interés por la agronomía, resultando en una serie de tratados sobre agricultura escritos por autores como Catón el Viejo, Varrón, Columela y Paladio.
Edad Media a Siglo XVIII
Durante la Edad Media, los avances agronómicos se difundieron principalmente a través de las abadías, especialmente las benedictinas. Con el Renacimiento, se revitalizó el interés por la escritura y lectura, lo que también impactó la agronomía. Aunque inicialmente los tratados se publicaban en latín, pronto comenzaron a surgir en lenguas vernáculas, y se produjeron obras originales como la de Bernard Palissy. En Francia, Olivier de Serres destacó con su obra "Théâtre d'agriculture", aunque la difusión de la agronomía seguía siendo limitada. A mediados del siglo XVIII, sociedades agrícolas reales y estudiosos como Duhamel du Monceau impulsaron el estudio y difusión de la agronomía.
Siglo XIX
Durante el siglo XIX, la agronomía se consolidó como una disciplina universitaria. Agrónomos como Albert Thaer, André Thouin y Adrien de Gasparin jugaron un papel crucial en este desarrollo, al igual que Justus von Liebig, cuyas contribuciones prepararon el camino para la agricultura industrial. En Francia, se establecieron varias instituciones dedicadas a la educación agronómica, como la Escuela Agrícola de Saulsaie y el Instituto Agronómico Nacional. En Estados Unidos, la educación agrícola superior fue impulsada por leyes como la Ley Morill de 1862 y la Ley Hatch de 1887, que establecieron estaciones de investigación agrícola.
Siglos XX y XXI
En la segunda mitad del siglo XX, la agronomía experimentó cambios significativos tanto a nivel epistemológico como técnico, marcando su separación definitiva de la agricultura y su establecimiento como una ciencia independiente. Este periodo estuvo caracterizado por la introducción de nuevos conceptos como el "perfil cultural" y un enfoque más científico en el estudio de suelos y sistemas de cultivo. Al mismo tiempo, la agronomía enfrentó retos debido a crisis como la enfermedad de las vacas locas y la controversia sobre los organismos genéticamente modificados, que subrayaron la complejidad del vínculo entre la investigación agrícola y los intereses económicos.
Desde la década de 1980, nuevas herramientas como la biología molecular y las tecnologías de la información han revolucionado la investigación agronómica, permitiendo avances en la selección varietal, el estudio de patógenos y plagas, y la modelización y biometría en experimentos agrícolas. Estos desarrollos se han dado en un contexto de globalización y cambios en las políticas agrícolas y los acuerdos internacionales, que han influido en el precio de las materias primas y la rentabilidad de las producciones agrícolas.
Relación entre el medio ambiente y agricultura
La degradación ambiental asociada a la agricultura industrial, el desarrollo industrial y el rápido crecimiento de la población mundial ha generado importantes cuestionamientos y ha impulsado nuevas áreas de investigación en la ciencia agronómica, como la descontaminación, el tratamiento de residuos, el desarrollo rural, el control biológico y la producción integrada. Además, la agricultura enfrenta crisis de sobreproducción.
El concepto de desarrollo sostenible, popularizado por la Conferencia de Río de 1992, marcó un cambio significativo al enfocar las preocupaciones en la degradación de los recursos naturales—como la pérdida de fertilidad del suelo, la contaminación del agua, la erosión y la disminución de la biodiversidad—causada por la industrialización agrícola.
Esta perspectiva busca reducir drásticamente los impactos negativos relacionados con los insumos, con el objetivo de apoyar el desarrollo agrícola mientras se mantienen o incluso aumentan los rendimientos de cultivos y producción animal, respetando los equilibrios naturales. En este marco, la agricultura se considera un ecosistema modificado por el ser humano, conocido como agrosistema, que debe ser mantenido en equilibrio.
El advenimiento de nuevas tecnologías, la biotecnología y las tecnologías de la información ha dado lugar al desarrollo de la agricultura de precisión. Sin embargo, existe un debate entre los agrónomos sobre el papel de estas tecnologías en la resolución de los problemas actuales. Algunos expertos las ven como herramientas secundarias que podrían incluso agravar los efectos negativos de la agricultura industrial, mientras que otros las consideran fundamentales para una nueva revolución verde.
Alternativamente, algunos agrónomos promueven soluciones basadas en regulaciones naturales de los agroecosistemas, como la agricultura de conservación, la agricultura sostenible, la agroecología y la intensificación ecológica. También se ha explorado la agricultura ecológica, que surgió fuera del ámbito de la investigación agrícola, y se han estudiado otras formas de agricultura respetuosas con el medio ambiente, como la biodinámica y la permacultura.
En Francia, en la década de 1990, el Instituto Nacional de la Investigación Agrícola (INRA) propuso el modelo de “extensificación” (luego rebautizado como “desintensificación”), que busca reducir la cantidad de trabajo y capital utilizados por unidad de superficie, en un enfoque principalmente económico. Durante los años 90, también se promovió el concepto de multifuncionalidad de la agricultura, que considera la diversidad de funciones sociales y ambientales de la agricultura (como la soberanía alimentaria, el empleo y la gestión del paisaje), además de su función productiva.
A comienzos del siglo XXI, se ha visto un aumento en el uso de términos en la literatura científica que describen nuevas formas de agricultura más respetuosas con el medio ambiente, como la agricultura durable o sostenible, la agricultura sostenible con bajos niveles de insumos, la ecoagricultura y la modernización ecológica de la agricultura.
Ramas de la agronomía
La agronomía abarca varias especialidades, cada una enfocada en diferentes aspectos de la actividad agrícola. Las principales ramas incluyen:
- Agrotecnia: Se centra en las técnicas de siembra y cultivo, investigando cómo optimizar estos métodos mediante el uso de tecnología avanzada.
- Fitopatología: Es la ciencia que estudia y controla las enfermedades de las plantas, especialmente aquellas que afectan la producción agrícola en una región o país.
- Economía Agrícola: Combina principios de agronomía y economía para analizar las particularidades del sector agropecuario dentro del contexto productivo de una nación.
- Fitomejoramiento: Se ocupa de los métodos de genética combinatoria y selección artificial para desarrollar plantas más eficientes y adaptadas a las condiciones ambientales, mejorando la calidad y cantidad de los productos agrícolas.
Estas disciplinas trabajan en conjunto para mejorar y optimizar la producción agrícola, enfrentando los desafíos que surgen en el sector.