Agricultura Ecológica
Otro término que se emplea para referirse a esta práctica agrícola es la agricultura ecológica o natural, y se define como un sistema de cultivo que prescinde de sustancias químicas en el proceso productivo. Este enfoque agrícola se basa en la utilización adecuada de los recursos naturales, con el objetivo de establecer un equilibrio en la fertilidad de la tierra y el entorno donde se desarrolla. Esta modalidad agrícola se destaca por trabajar de manera integrada con los ecosistemas, manteniendo y mejorando la fertilidad de los suelos, lo que se traduce en alimentos libres de residuos tóxicos.
Indice de Contenido
Introducción
La preservación de la diversidad genética del sistema y su entorno, así como la prevención de la contaminación generada por las prácticas agrícolas convencionales, se ubican entre los principales objetivos de la Agricultura Ecológica. Con el fin de salvaguardar la salud de los agricultores, se implementan métodos agronómicos, biológicos y mecánicos en la medida de lo posible, evitando el uso de materiales sintéticos para cumplir cualquier función específica del sistema.
Los alimentos producidos mediante la Agricultura Ecológica presentan diversas ventajas, ya que se trata de productos naturales, saludables y con todas sus propiedades nutritivas intactas. Además, estos alimentos se caracterizan por conservar su sabor y su diversidad, ofreciendo una calidad certificada y una producción sostenible que evita la contaminación y promueve la biodiversidad. Todo esto se logra gracias a la aplicación de procesos limpios y seguros, lo que contribuye al desarrollo de las zonas rurales.
La sostenibilidad de los ecosistemas se basa en el reciclaje de todos sus elementos, permitiendo la eliminación de los residuos y la reposición de los nutrientes necesarios. Este principio resulta crucial debido a que las plantas y los suelos tienen una tendencia natural a retener tanto los desechos como los nutrientes en su lugar. Por esta razón, las prácticas agrícolas sostenibles priorizan la salud y la estabilidad del suelo. Se reconoce cada vez más que el éxito de la sostenibilidad agrícola depende de la imitación de los sistemas naturales.
La agricultura ecológica, también conocida como agricultura de baja entrada, implica el uso frecuente de restos de cultivos y abono animal para fomentar la creación de materia orgánica en el suelo. Durante la cosecha, se extraen del suelo minerales esenciales, que se reintroducen en el suelo mediante la aplicación de residuos animales y abono verde, como pastos y leguminosas que se incorporan al suelo después de cada temporada agrícola, en lugar de recurrir a fertilizantes químicos.
Podemos describir la agricultura ecológica como un enfoque que busca honrar los ciclos naturales de cada cultivo, evitando así alterar significativamente el medio ambiente, y que se adapta a la capacidad productiva del suelo para garantizar la renovación de los recursos naturales. Además, su objetivo no se limita únicamente a aumentar la productividad, sino a lograr la sostenibilidad de la producción en el largo plazo.
La sostenibilidad agrícola se logra a través del mantenimiento de la diversidad, y la rotación de cultivos es una pieza clave de la agricultura ecológica. Por ejemplo, un agricultor podría alternar tres temporadas de siembra de alfalfa, un cultivo utilizado como abono verde, con cuatro temporadas sucesivas de otros cultivos: primero, trigo; luego, soya; después, trigo nuevamente; y por último, avena. Este enfoque ayuda a controlar mejor las malezas, los insectos y las enfermedades de las plantas que no arraigan en el suelo.
Mezclar los cultivos con árboles y ganado es una estrategia efectiva para prevenir los riesgos económicos y biológicos, ya que brinda una diversidad de productos comerciales. En regiones áridas, se puede implementar la técnica de siembra en avenida, en la que se intercalan filas de árboles con otras variedades de cultivos destinados para la alimentación. En la actualidad, existen alternativas a la dependencia de los pesticidas, como los programas integrados de manejo con depredadores naturales.
Razones para consumir productos ecológicos
- Son saludables
- No contienen aditivos sintéticos
- No contienen pesticidas de síntesis
- No han sido modificados ni química ni genéticamente. Son 100% naturales.
- Son sostenibles con el medio ambiente, ayudan a preservar el entorno.
- Tienen máximos niveles de calidad
- Son respetuosos con la naturaleza
- Son más sabrosos, recuperan sabores y aromas perdidos.
- Reducen el uso de energía. Por la realización de prácticas como la rotación de cultivos
- Contribuyen a la creación de empleo ya que el trabajo de campo en la Bioagricultura es mayor.
Control de plagas y enfermedades
La agricultura ecológica se enfoca en prevenir el ataque de plagas y enfermedades a través de métodos naturales, como el uso de abonos verdes y plantas con raíces profundas, y mediante la implementación de un plan de rotación de cultivos anual. Además de prevenir la erosión hídrica del suelo, esta técnica ayuda a fijar el nitrógeno atmosférico y aporta materia orgánica al suelo. En cuanto al control de plagas, existen diversas técnicas ecológicas como la utilización de depredadores naturales, el uso de trampas de feromonas, la aplicación de productos biológicos y la utilización de técnicas de cultivo que fomentan la salud de las plantas.
Predador: En el ecosistema de los huertos, es común encontrar a diferentes animales depredadores que se alimentan de otros organismos. Estos depredadores incluyen arácnidos como las arañas, insectos como las avispas, hormigas, chinches predadores y mariquitas. Las arañas son frecuentes en los huertos y se alimentan de una variedad de insectos. Las avispas y hormigas atacan a orugas y otros insectos. Los chinches predadores también son comunes y se alimentan de otros chinches, chupando el líquido del cuerpo de su presa.
Parásito: Los organismos parasitarios son aquellos que se introducen en otro organismo o viven en su superficie, alimentándose de él. En la agricultura, el control biológico es fundamental para mantener un equilibrio en el ecosistema. Uno de los principales parásitos utilizados en este control es un grupo de avispas perteneciente a la familia Brachonidae. Estas avispas son capaces de parasitar a los pulgones y moscas blancas, formando una estructura conocida como "momia" durante su fase de pupa. Las momias resultantes son un producto efectivo para el control biológico de estas plagas en los cultivos.
Plantas compañeras: La asociación de ciertas plantas con cultivos principales puede ser útil para disminuir el riesgo de plagas y enfermedades. Estas plantas compañeras tienen la capacidad de repeler o alejar insectos y organismos patógenos, lo que resulta en un cultivo principal más saludable y productivo.
Feromonas, atrayentes y repelentes: El extracto de ajo, una sustancia biodegradable, puede ser utilizado como repelente para ahuyentar la mosca blanca, diversos tipos de insectos chupadores y también para confundir las feromonas y evitar la reproducción de las plagas. Además, los pájaros son desconcertados por el ajo, que les causa irritación. Sin embargo, en situaciones de mucha hambre, este método puede resultar ineficaz contra los pájaros. En esos casos, se pueden utilizar otros métodos, como las explosiones de gas con detectores de movimiento.
La mayoría de las larvas que dañan las hojas de los cultivos son orugas de polillas nocturnas. Las hembras de estas polillas liberan una sustancia química llamada feromona, que atrae a los machos de su misma especie. La feromona sintética puede ser utilizada para interferir con la reproducción al atraer a los machos hacia trampas de feromonas y evitar así que se apareen con las hembras. Esto ayuda a reducir la población de polillas nocturnas y, en consecuencia, disminuye la cantidad de orugas que dañan los cultivos.
Desventajas de la Agricultura Ecológica
- Uno de los factores que elevan el coste ambiental del producto ecológico es que debe ocuparse más tierra para generar el mismo volumen de alimento, debido al menor uso de fertilizantes.
- No todas las exportaciones agrícolas son aptas para llevar a cabo cultivo ecológico.
- Puede verse afectada la rentabilidad de la cosecha al no poder aplicar cierto sobreprecio, por el desconocimiento de las técnicas de este tipo de agricultura.
- Se requieren cantidades significativas de tiempo y energía para ejecutar los métodos y técnicas detalladas que se usan para que sea un cultivo orgánico real.
- El costo de producción hoy en día sigue siendo muy alto, la producción por Hectárea es más baja que en la Agricultura Intensiva, repercute en el precio final que debe de pagar el consumidor y no está al alcance de todos en los tiempos que corren.