Abonos y Fertilizantes

Un estimulante o nutriente es una clase de compuesto orgánico o inorgánico que incluye los elementos esenciales colocados en el sustrato que luego es asimilado por una vegetal para aumentarlos, o para potenciar o preservar el crecimiento de una planta o de un grupo de plantas, estos componentes enriquecen la excelencia del terreno o suelo.

Introducción

Las especies vegetales no precisan de moléculas elaboradas como las vitaminas o los aminoácidos, los cuales son cruciales en la alimentación humana, ya que pueden sintetizar todo lo que absorben; solamente requieren unos doce elementos químicos que se deben encontrar en una estructura que les permita ser fácilmente absorbidos por la planta, un caso cotidiano que ilustra esto es el nitrógeno.

Desde épocas antiguas, se ha observado la aplicación de nutrientes en el ámbito de la agricultura, cuando se incorporaban al suelo, de forma empírica, los residuos de huesos quemados, el nitrógeno proveniente de las heces de animales y humanos, o el potasio presente en las cenizas. Existen diversas variedades de abonos o fertilizantes, los cuales pueden ser clasificados de forma distinta en varias fuentes en línea o textos, pero en general se pueden mencionar los siguientes: abonos orgánicos, abonos inorgánicos, abonos químicos, abonos simples, y abonos compuestos.

 

Los abonos o fertilizantes son compuestos de procedencia vegetal, mineral, animal o sintética, que contienen una elevada concentración de nutrientes y están concebidos para proporcionar y proveer los elementos químicos al sustrato o al follaje, con la finalidad de que las plantas puedan absorberlos y, de esta manera, mejorar y enriquecer las características físicas, químicas y biológicas del suelo o sustrato. Esto se traduce en un mejor crecimiento de las plantas gracias al aporte artificial o extra de nutrientes. Es importante tener en cuenta que existen normativas que indican las dosis adecuadas para aplicar estos abonos o fertilizantes.

El término fertilizante o abono se refiere a cualquier compuesto orgánico o inorgánico, sintético o natural que suministre a las plantas uno o más de los elementos fundamentales para su crecimiento vegetativo normal.

Las especies vegetales obtienen los componentes esenciales de su dieta de la humedad del suelo y del oxígeno, hidrógeno y carbono del aire, sin embargo, para complementar su nutrición requieren de algunas sustancias químicas simples presentes en el sustrato, las cuales se conocen como nutrientes vegetales. Los abonos y fertilizantes tienen como función suministrar y reintegrar al suelo los nutrientes necesarios para el correcto crecimiento de plantas, arbustos, árboles y praderas.

Abonos Orgánicos

Los abonos de naturaleza orgánica se obtienen a partir de la descomposición y mineralización de los residuos orgánicos de procedencia animal, tales como el estiércol, y de origen vegetal, como los restos de cultivos o las cáscaras de frutas y hortalizas utilizadas en la alimentación humana, así como también de la madera o de otras plantas y árboles.

En cualquier explotación agrícola, jardín o cultivo de hortalizas, el uso del abono orgánico representa una herramienta fundamental para enriquecer el suelo con nutrientes, con el objetivo de lograr una fertilidad adecuada y de esta forma aumentar la actividad de los elementos nutritivos en el sustrato, lo que a su vez permite que las plantas crezcan y se desarrollen adecuadamente.

Los abonos orgánicos no sólo suministran nutrientes al suelo, sino que también ejercen un efecto positivo en la estructura del mismo. Además, estos abonos aportan nutrientes esenciales y contribuyen a modificar la población de microorganismos, lo que garantiza la formación de agregados que permiten una mayor retención de agua, un intercambio de gases más eficiente y la absorción adecuada de nutrientes por parte de las raíces de las plantas.

Los abonos orgánicos no sólo suministran nutrientes al suelo, sino que también tienen un impacto positivo en su estructura. Además, estos abonos favorecen el crecimiento de microorganismos beneficiosos y modifican su población, lo que contribuye a la formación de agregados en la tierra. Estos agregados son esenciales para mejorar la retención de agua, el intercambio de gases y nutrientes, lo que beneficia el crecimiento y desarrollo de las plantas a nivel de las raíces.

Algunos abonos orgánicos son los siguientes:

• Humus de lombriz: Se le considera como uno de los mejores fertilizantes orgánicos, las lombrices de tierra ofrecen la mejor fertilización

• Cenizas: Estas deben de proceder de maderas sin pintura, esmaltes, etc. También representan una solución natural ante plagas y enfermedades causadas por los hongos.

• Abono verde: consiste en sembrar plantas que son ricas en nitrógeno como las leguminosas, para después cortarlas y añadirlas a la tierra.

• Estiércol: Está formado por las heces provenientes de animales, pero  dependerá del animal de procedencia para su nivel de nutrientes.

• Guano: son las heces de aves marinas y de murciélagos, por lo tanto es un tipo de estiércol que concentra altos niveles de nitrógeno, potasio y de fósforo. 

Abonos Inorgánicos

Los fertilizantes inorgánicos son productos químicos sintéticos que han sido creados por el hombre y contienen altas concentraciones de nutrientes básicos como fósforo, calcio, potasio y nitrógeno, los cuales son necesarios para el crecimiento y desarrollo de las plantas. Estos abonos son absorbidos por las plantas con mayor rapidez que los abonos orgánicos.

Los abonos inorgánicos tienen una característica importante, y es que deben ser hidrosolubles para poder ser usados en el riego. Estos abonos se presentan en forma sólida, como polvos, bolitas o gránulos, y también existen abonos inorgánicos líquidos. Es importante tener en cuenta que los abonos inorgánicos son ricos en nutrientes como fósforo, calcio, potasio y nitrógeno, lo que los hace altamente efectivos para mejorar el crecimiento de las plantas.

Abonos inorgánicos sólidos: Esta categoría de abonos incluye los que son simples, conteniendo un solo nutriente en su composición, los compuestos, que contienen más de un nutriente, y el blending, que es una mezcla de ambos. Existen fertilizantes convencionales, como el nitrato amónico, el superfosfato simple, el cloruro de potasio, entre otros. También hay abonos de liberación lenta, que se disuelven progresivamente y, por lo tanto, tienen un costo más elevado.

Abonos inorgánicos líquidos: Los abonos líquidos son aquellos que se disuelven en agua y se aplican mediante riego o regadera. Entre ellos encontramos los abonos foliares, que se pulverizan directamente sobre las hojas. Estos abonos son útiles cuando la fertilización de la raíz no es suficiente, para suelos poco profundos y después de una plaga. Su respuesta es rápida y favorece la actividad radicular, lo que resulta beneficioso en casos de carencia de nutrientes. La fertilización foliar es una opción que ayuda a complementar la nutrición de las plantas.

Recomendaciones para el cuidado de los abonos

• Almacenamiento adecuado: es importante guardar los abonos en un lugar fresco, seco y alejado de la humedad y la luz solar directa. Si los abonos entran en contacto con la humedad, pueden volverse pegajosos y difíciles de manejar. Además, la exposición prolongada a la luz solar puede degradar la calidad del abono y reducir su efectividad.

• Etiquetado y seguimiento de las fechas de vencimiento: es fundamental revisar las etiquetas de los abonos y seguir las recomendaciones del fabricante. También es importante tener en cuenta las fechas de vencimiento y no utilizar abonos caducados, ya que pueden ser menos efectivos e incluso dañinos para las plantas.

• Manejo seguro: los abonos pueden contener productos químicos que pueden ser tóxicos o irritantes para la piel y los ojos. Es importante seguir las instrucciones del fabricante para su manejo y uso, y usar equipo de protección personal como guantes y gafas de seguridad.

• Aplicación adecuada: para garantizar una aplicación efectiva y segura del abono, es importante seguir las recomendaciones del fabricante para la dosificación y la forma de aplicación. Además, es importante evitar la aplicación excesiva de abono, ya que esto puede quemar las raíces de las plantas y afectar su crecimiento.

• Almacenamiento y eliminación segura: una vez utilizado el abono, es importante almacenarlo adecuadamente y desechar los envases y restos de abono de forma segura y responsable, siguiendo las recomendaciones del fabricante o las regulaciones locales.

• Compostaje: Una buena opción para reducir los desechos orgánicos y obtener abono de calidad es el compostaje en casa, que es fácil de hacer y contribuye a la fertilidad del suelo.

• Protección del medio ambiente: Los abonos pueden ser perjudiciales para el medio ambiente si se usan en exceso o se aplican de manera incorrecta, por lo que es importante usarlos con responsabilidad y seguir las recomendaciones de uso.