Resistencia Indígena
El impacto de la presencia española en Honduras se manifestó incluso antes de que se llevaran a cabo las primeras exploraciones. Esto ocurrió a medida que la población indígena de las Antillas experimentaba un declive, con la realización de auténticas cacerías humanas tanto en las Islas de la Bahía como en la costa hondureña. El objetivo era reemplazar a los aborígenes de Cuba, Jamaica y La Española con indígenas hondureños reducidos a la esclavitud. Las primeras capturas se llevaron a cabo en 1524, y en poco tiempo, los aborígenes prácticamente desaparecieron.
Ante esta situación, varios líderes indígenas organizaron la defensa y el contraataque en diferentes puntos del territorio. En el valle de Sula, a principios de la década de 1530, el cacique Cicumba enfrentó a uno de los lugartenientes más implacables de Hernán Cortés, Pedro de Alvarado. Este último, que ya había sometido a los reinos indígenas de Guatemala y había colaborado en la conquista de los aztecas, se hizo acompañar de guerreros guatemaltecos como aliados y logró vencer la resistencia local. Sin embargo, aún quedaba por someter a los lencas.
El Cacique Lempira
La fecha de nacimiento de Lempira, el valiente guerrero lenca y líder tribal, se estima alrededor del año 1499, según la historia. Desde joven, demostró ser valiente, robusto y poseedor de una gran fuerza. Su amor profundo por su pueblo, tierra, leyes y costumbres lo llevó a convertirse en un símbolo de resistencia contra la penetración de los españoles en Honduras durante la década de 1530.
El nombre "Lempira" tiene sus raíces en la lengua lenca, derivando de "Lempaera", que a su vez proviene de "lempa" (señor de alta dignidad) y "era" (cerro o sierra). Por lo tanto, "Lempira" puede interpretarse como "Señor de la sierra" o "Señor del cerro".
Encomendado por Entepica, Lempira organizó la resistencia desde el cerro de Cerquín en 1537. Mientras los españoles avanzaban hacia Cerquín, Lempira estaba ocupado enfrentándose a caciques vecinos. Ante la amenaza, se alió con los Cares, un subgrupo lenca, y formó un ejército de casi 30,000 soldados de 200 pueblos.
La resistencia se extendió a otras regiones, como el valle de Comayagua y Olancho. Los intentos de los españoles, liderados por Francisco de Montejo y su lugarteniente Alonso de Cáceres, resultaron infructuosos antes de 1537.
En cuanto a la muerte de Lempira, hay dos versiones. Según la tradicional, dos soldados a caballo se acercaron con intenciones pacíficas, pero mientras uno parlamentaba con Lempira, el otro, semioculto, lo mató con un arcabuzazo. La versión narrada por el soldado Rodrigo Ruiz sostiene que fue él mismo quien, en un combate cuerpo a cuerpo, hirió mortalmente al héroe indígena. Tras la derrota de Lempira, los españoles, liderados por Montejo, se prepararon para someter la región oriental.