¿Qué es una narración? Características y elementos principales

La narración implica relatar una secuencia de acciones llevadas a cabo por personajes específicos en un periodo de tiempo determinado. Ya sea de forma verbal o visual, se trata de una sucesión de eventos. Los personajes, acciones y lugares pueden ser reales o ficticios, pero esto no afecta la naturaleza de la narración. Su objetivo principal es que el lector imagine los sucesos narrados.

Es crucial reconocer la importancia de la narración y su evolución a lo largo del tiempo. También es fundamental que los alumnos comprendan que a través de la narración se adquiere conocimiento de todos los eventos, tanto en el ámbito literario como en el social, cultural e histórico.

 

Introducción

La narración se caracteriza por ser una secuencia de sucesos que se relacionan entre sí de manera causal y temporal. Para expresar estas relaciones, se emplean conjunciones, locuciones conjuntivas, adverbios y locuciones adverbiales de tiempo. Además, se utiliza la coordinación copulativa para añadir hechos sucesivos. En términos de modalidad, predominan las cláusulas aseverativas al señalar la causalidad.

El flujo temporal es esencial en la narración, y los tiempos verbales desempeñan un papel fundamental. Los tiempos verbales más comunes para narrar son aquellos que presentan la acción como finalizada, es decir, los de aspecto perfectivo.

Estos permiten encadenar las acciones una tras otra a medida que se van completando. El pretérito perfecto simple o indefinido es el tiempo verbal más utilizado, junto con los tiempos compuestos que también tienen aspecto perfectivo.

La narración puede abarcar tanto sucesos extraordinarios como reales, dependiendo de la decisión del autor. Los verbos de movimiento, acción y lenguaje son frecuentes debido a su significado en la narración.

Origen de la narración

La narración tiene sus raíces en las civilizaciones antiguas, donde los seres humanos observaban y admiraban su entorno. Se dice que, desde los tiempos de las cavernas, cuando emitían gruñidos para comunicarse sobre la caza o describir elementos encontrados en su camino, el hombre ha tenido el don de la palabra y la imaginación para ordenar el caos y compartir visiones con sus congéneres.

Epistemológicamente, se dice que cuando alguien sabe algo, desea narrarlo. La palabra "narrar" proviene del latín "narrare", que significa "contar", y se asocia con una raíz indoeuropea presente en palabras como conocer, ignorancia, noble, norma, nota y notario. El primer cuento del que se tiene registro fue inventado por los sacerdotes mesopotámicos para explicar el cielo. Con la aparición de la escritura en los papiros egipcios, la narración adquiere un contexto escrito. Los cuentos históricos de personajes famosos y las aventuras con duendes y hadas eran transmitidos por los mayores en horas nocturnas, variando según el contexto cultural de cada época. También se destacan los trovadores y viajeros.

En la Edad Media, los narradores tejían historias míticas de los pueblos. En los siglos XVI y XVII, los juglares combinaban la música con la narración para contar las hazañas de héroes como el Mío Cid. Se recopilaron historias populares transmitidas oralmente, y autores como Charles Perrault y los hermanos Grimm recrearon estas historias. Su éxito radicó en la conexión entre los relatos y la cultura oral del siglo XIX.

A lo largo del tiempo, las personas continúan interesadas en escuchar los relatos que otros cuentan. A finales del siglo pasado, esta pasión por contar historias fue retomada por maestros y bibliotecarios escandinavos, quienes iniciaron la "hora del cuento". Esta iniciativa se replicó en otros países de Europa y América.

En Europa, ha habido un crecimiento en el número de narradores de cuentos para adultos. Algunos consideran esto como una "moda psicoteatral que proviene de Latinoamérica" y que se está arraigando en las grandes ciudades europeas. Los cuentacuentos se presentan en una variedad de espacios, desde escenarios al aire libre hasta bares donde el público puede ver y escuchar a estos actores narradores, que tienen un amplio repertorio que abarca desde historias muy antiguas hasta los últimos premios literarios.

Elementos de la narración

1. Narrador: Es la voz o instancia que cuenta la historia. Puede ser un narrador en primera persona, que participa como personaje en la historia y relata desde su perspectiva, o un narrador en tercera persona, que observa y narra los sucesos desde fuera de la historia.

2. Personajes: Son los individuos que protagonizan la historia. Pueden ser ficticios o basados en personas reales, y sus acciones, diálogos y características influyen en el desarrollo de la trama, lo cuales pueden ser principal o secundarios o de relleno.

3. Trama: Es la secuencia de eventos que componen la historia. La trama incluye una introducción, un desarrollo y un desenlace, y se estructura en base a conflictos, acciones y resoluciones.

4. Punto de partida: Es el punto de inicio de la historia, donde se establece el escenario, los personajes y el conflicto inicial que impulsa la trama.

5. Ambientación: Es el entorno físico y temporal en el que se desarrolla la historia. La ambientación incluye descripciones de lugares, época, cultura y cualquier otro elemento que influya en el contexto de la narración.

6. Conflicto: Es el elemento central que impulsa la trama y genera tensión en la historia. Puede ser interno (conflicto emocional o moral dentro de un personaje) o externo (conflicto entre personajes, con el entorno o con fuerzas externas).

7. Punto de giro: Es el momento en el que la trama da un giro importante y se produce un cambio significativo en la historia. El punto de giro puede alterar la dirección de los acontecimientos o revelar información crucial.

8. Clímax: Es el momento culminante de la historia, donde se alcanza el punto de máxima tensión y se resuelve el conflicto principal. El clímax suele ser el momento más intenso y emocionante de la narración.

9. Desenlace: Es la parte final de la historia, donde se cierran los hilos argumentales y se dan respuestas a los conflictos planteados. El desenlace puede ser abierto o cerrado, dejando espacio para la interpretación del lector o proporcionando una conclusión definitiva.

Estos elementos se combinan para crear una narración coherente y cautivadora, que permite al lector sumergirse en la historia y experimentar los sucesos de forma vívida.

Narrador

El emisor de un texto narrativo es conocido como el narrador, y esta denominación se debe a que en algunos casos el emisor y el narrador no son la misma persona. Esta situación se presenta especialmente en textos narrativos literarios como novelas y cuentos, donde la historia contada es inventada.

En estos casos, el autor real no puede haber sido testigo de los eventos narrados, por lo tanto, se entiende que el narrador no es el autor real, sino un personaje narrador creado por el autor. Considerando esta perspectiva, es importante analizar otro factor determinado por el narrador: la perspectiva o punto de vista desde el cual se narra la historia.

Un narrador es aquel que escribe cuentos, novelas y otros relatos. En otras palabras, es un "escritor de relatos". Desde otra perspectiva, el narrador es un elemento esencial en la estructura de una narración, ya que abarca los hechos narrados.

Es importante diferenciar entre el autor y el narrador. El autor es quien decide quién será el narrador y qué características poseerá. Estas características conforman lo que se conoce como el punto de vista de la narración.