Mitología; conceptos y tipos de mitología

La mitología es el análisis y la interpretación de los relatos míticos que componen el acervo cultural de una sociedad en particular. El mito es una expresión compleja y multifacética que puede ser abordada desde diferentes enfoques. En términos generales, se trata de una narración simbólica que busca explicar el origen de los elementos y creencias fundamentales de una cultura. A través de estas historias se describen, por ejemplo, el inicio del mundo, la creación de seres humanos y animales, y el surgimiento de ciertas costumbres, rituales y modos de vida. Casi todas las sociedades han tenido o tienen algún tipo de mitología y han vivido en relación con estas narraciones.

 

Introducción

Los relatos mitológicos se distinguen de los cuentos de hadas en tanto que se sitúan en un tiempo diferente al tiempo cotidiano (ver Cuentos tradicionales). La narración del mito es extraordinaria, acontece en una época anterior al surgimiento del mundo habitual. Debido a que los mitos hacen referencia a un tiempo y lugar excepcionales, donde intervienen deidades y procesos sobrenaturales, se les ha relacionado comúnmente con la religión. No obstante, debido a su carácter totalizador, el mito puede arrojar luz sobre muchos aspectos de la vida individual y cultural.

Mitologia

 

Mito, Historia y Razón

La cultura griega legada al occidente ha experimentado una tensión constante entre el Mito o mythos y la Razón o Logos, que representaba el enfoque analítico y racional para alcanzar una comprensión veraz de la Realidad. En este sentido, filósofos griegos como Jenófanes, Platón y Aristóteles ensalzaron la Razón y efectuaron críticas contundentes del mito como una supuesta vía de conocimiento de la Realidad.

Dentro de la tradición judeocristiana, la noción de Historia se contrapone a la de Mito. Sin embargo, esta dicotomía no es tan tajante, ya que la idea de Dios que tienen los hebreos y cristianos, aunque trasciende el tiempo y el espacio ordinarios, se manifiesta a la humanidad dentro de la historia y la sociedad humana. Un ejemplo de ello es la revelación de Dios a Moisés en el Egipto de los faraones.

Las diferencias entre la Razón y el Mito, así como entre el Mito y la Historia, a pesar de ser fundamentales, nunca han sido absolutas. Para Aristóteles, algunos de los primeros mitos griegos sobre la creación, el logos y el mythos eran similares. Platón utilizaba los mitos como alegorías y emblemas literarios para desarrollar un argumento. En el prólogo del Evangelio de San Juan, en el Nuevo Testamento, se unen el mythos, el logos y la Historia; allí, Jesucristo es retratado como el logos, que ha llegado desde la eternidad al tiempo histórico. Los primeros teólogos cristianos, al intentar comprender la Revelación cristiana, debatían acerca de los roles del Mito y de la Historia en la narrativa bíblica.

Tradiciones míticas occidentales

A medida que el Imperio romano se expandía, iba absorbiendo los aspectos culturales de las tierras a las que llegaba. En el ámbito religioso, este fenómeno se conoce como interpretativo romana, o interpretación romana. Cuando los romanos conquistaron Grecia en el siglo III a.C., los dioses romanos se mezclaron con los de la civilización griega. La siguiente tabla presenta a los principales dioses y diosas y sus roles en las mitologías griega y romana.

El diálogo acerca de cuál de las tres perspectivas, Mito, Razón o Historia, mejor expresa la esencia de la realidad de los dioses, los seres humanos y la naturaleza, ha continuado en la cultura occidental como un legado de sus tradiciones más antiguas. Uno de estos legados es la mitología griega. Los romanos adoptaron y asimilaron estos mitos, proporcionando inspiración literaria, filosófica y artística a lo largo de la historia, incluso en períodos más recientes como el Renacimiento y la época romántica. Las tribus germánicas proporcionaron otro cuerpo de tradición que persistió como sustrato folclórico en varias culturas europeas después de que se unieran a la Cristiandad.

Interés moderno en la Mitología

El caldero Gundestrup es una antigua vasija de plata que representa uno de los legados más enigmáticos de la cultura celta. Está adornado con intrincados relieves que ofrecen una visión de los mitos y rituales celtas, aunque su significado exacto sigue siendo un misterio. Las figuras grabadas en la vasija originalmente estaban cubiertas de pan de oro y sus ojos estaban acentuados con cristales de color azul y rojo.

Durante la Ilustración y el Romanticismo se despertó un nuevo interés en el Mito, y surgieron teorías sobre su origen y nuevas disciplinas académicas que lo estudiaban. Aunque la Ilustración enfatizaba la racionalidad humana, se interesaba en todas las formas de expresión humana, incluyendo la religión y la mitología. Los estudiosos ilustrados intentaron dar sentido a los relatos míticos que parecían irracionales y fantásticos. Sus explicaciones incluían teorías evolucionistas históricas, en las cuales la cultura humana evolucionaría desde un estado primitivo de ignorancia e irracionalidad hacia una cultura moderna de racionalidad, considerando los mitos como productos de las primeras etapas de ignorancia e irracionalidad.

Los mitos también fueron objeto de análisis en el contexto del evemerismo, que implica la divinización de las virtudes heroicas de un ser humano. Sin embargo, surgieron disciplinas académicas dedicadas específicamente al estudio de la Mitología. En campos emergentes como la antropología social y cultural y la historia de las religiones, los estudiosos se encontraron con mitos de épocas muy antiguas, a menudo fuera de la tradición occidental, y comenzaron a vincular el estudio del mito con una comprensión más amplia de la cultura y la historia.

Durante el periodo del romanticismo, los mitos indoeuropeos más antiguos se convirtieron en una fuente de inspiración intelectual y cultural. Los estudiosos de esta época tendían a considerar el mito como una forma de expresión humana irreducible, y lo valoraban en igual medida o incluso más que la racionalidad. Para ellos, el mito era un modo de pensamiento y percepción que gozaba de un gran prestigio.

Desde el surgimiento del neoclasicismo, el interés por el mito ha cobrado nueva intensidad en casi todas las disciplinas académicas más recientes, incluyendo los estudios clásicos y teológicos, Antropología, Historia, Psicología, Historia de las religiones, Ciencia política y Lingüística estructural. A partir de estas disciplinas, han surgido diversas teorías que han adquirido gran difusión.

Clases de Mitos

Mitos cosmogónicos

Generalmente, en cada cultura, hay un mito que destaca por encima de los demás: el mito cosmogónico. Este relato narra el origen del mundo y en algunos casos, como en el primer capítulo de la Biblia, se describe la creación del mundo a partir de la nada (creatio ex nihilo). En la mayoría de los mitos cosmogónicos, las deidades son omnipotentes, aunque su papel en la vida religiosa varía entre culturas. Algunas religiones, como el judaísmo, ponen a la divinidad en el centro de la vida religiosa, mientras que, en otros mitos, como los de los aborígenes australianos, griegos y mayas, la divinidad se retira y se convierte en una deidad distante o periférica.

Existen mitos cosmogónicos que describen la creación como un proceso de surgimiento desde los mundos inferiores. Entre los navajos y los hopis, por ejemplo, la creación es resultado de un ascenso progresivo desde los mundos inferiores, y el surgimiento desde estos últimos es el avance final hacia el mundo de la humanidad. Otro mito cosmogónico polinesio sitúa las diversas capas de tal proceso en una cáscara de coco.

Hay mitos que se asemejan formalmente a los de la creación a partir de la nada, pero en lugar de esto, presentan al mundo emergiendo de un huevo. Estos mitos se pueden encontrar en diferentes partes del mundo, como en África, China, India, el Pacífico Sur, Grecia y Japón. En ellos, la creación se representa a través de la sucesiva ruptura del huevo fecundo, que es visto como el elemento potencial de toda vida. Algunas culturas, como la del pueblo dogon de África occidental, incluso lo describen como la placenta del mundo.

Existen mitos cosmogónicos que hablan de los "padres del mundo", como la historia babilónica de la creación llamada Enuma Elish. Según este mito, Apsu y Tiamat, los padres del mundo, engendran hijos que se oponen y derrotan a sus padres, surgiendo el mundo a partir del cuerpo inmolado de Tiamat. En otros mitos, como los egipcios, zuñi y polinesios, los padres engendran hijos y permanecen unidos en un abrazo estrecho, mientras que los hijos viven en la oscuridad y, deseando la luz, empujan a sus padres para crear un espacio donde las divinidades puedan crear el mundo humano.

Entre los pueblos altaicosiberianos, en Rumania y en India, hay mitos que describen la creación a través de un pescador de tierra, un animal que puede ser una tortuga o un ave. Este animal se sumerge en las aguas primordiales y sube a la superficie con una pequeña porción de tierra que esparce por el mundo para crearlo.

El sacrificio es un tema recurrente en varios mitos cosmogónicos. En la mitología babilónica, el cuerpo de Tiamat se sacrifica para dar origen a la tierra, mientras que en el mito hindú del Rig-veda, el mundo entero surge como resultado de un sacrificio ofrecido a los dioses.

Relacionados con los mitos de la creación, pero en el otro extremo, se encuentran los mitos escatológicos, que describen el fin del mundo o la llegada de la muerte al mundo. Estos mitos suelen tener su origen en tradiciones urbanas y suelen implicar la creación del mundo por un ser divino moral que finalmente lo destruye. En ese momento, los seres humanos son juzgados y preparados para una vida eterna de felicidad o tormento. Estos mitos se encuentran presentes en las tradiciones judía, cristiana, musulmana y zoroástrica.

En las narraciones germánicas pertenecientes a la mitología indoeuropea se relata detalladamente una catástrofe global y una batalla final entre las deidades. Por su parte, en la mitología azteca, las deidades crean y destruyen numerosos mundos antes de dar origen al mundo humano.

Los mitos sobre el surgimiento de la muerte se enfocan en cómo este fenómeno llegó al mundo. En estos relatos, la muerte no existía en el mundo por un largo tiempo, pero se originó debido a un accidente o porque alguien olvidó el mensaje divino sobre la vida humana. En el relato del Génesis, la muerte surge cuando los seres humanos intentan alcanzar un conocimiento más allá de sus límites.

Mitos de los héroes culturales

Existen mitos que narran las acciones y características de personajes que son responsables de descubrir un artefacto cultural o tecnológico específico, estos son conocidos como mitos del héroe cultural. Un ejemplo de esta figura en la mitología griega es Prometeo, quien robó el fuego de los dioses. En la cultura de los dogones, el herrero que toma semillas del granero de los dioses para la comunidad humana es una figura similar a Prometeo. En Ceram, Indonesia, Hainuwele es otro ejemplo de esta clase de mitos, ya que de los orificios de su cuerpo surgen bienes imprescindibles y superfluos que abastecen a la comunidad con abundancia.

Mitos de nacimiento y renacimiento

Los mitos de nacimiento y renacimiento suelen estar estrechamente vinculados a los ritos de iniciación, y su función es enseñar cómo la vida puede ser renovada, cómo el tiempo puede ser modificado y cómo los seres humanos pueden transformarse en nuevas criaturas. Estos mitos están presentes en muchas culturas y a menudo implican el simbolismo de la muerte y el renacimiento, como en la leyenda egipcia de Osiris o en el mito griego de Deméter y Perséfone. También pueden representar la lucha del héroe para superar los obstáculos y adquirir conocimientos y habilidades nuevas, como en la historia de la diosa hindú Kali, quien se renueva a sí misma y derrota a los demonios en cada ciclo de vida y muerte.

Los mitos milenaristas y mesiánicos se enfocan en la llegada de una sociedad ideal o un salvador, combinando temas escatológicos con renovación y renacimiento. Estos mitos son comunes en culturas tribales en África, Sudamérica y Melanesia, así como en el judaísmo, cristianismo e islam. Los cultos del cargamento, que surgieron a finales del siglo XIX en culturas tecnológicamente pobres como Melanesia, son un ejemplo de movimientos religiosos que tienen elementos milenaristas y mesiánicos. Estos cultos se basan en la esperanza de la llegada de un envío divino de bienes deseables que provienen de una sociedad opulenta.

Mitos de fundación

Desde la aparición de los centros urbanos, alrededor del siglo IV y III a.C., algunos mitos de creación han narrado la fundación de ciudades. Éstas se desarrollaron fuera de los centros ceremoniales, que se consideraban extraordinarias manifestaciones del poder sagrado. Esta manifestación permitía la expresión del poder en un lugar específico, lo que acentuaba el valor de la vida humana sedentaria. El mito de Gilgamesh en Babilonia y el de Rómulo y Remo en Roma son mitos de fundación.

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Kilo tapias peralta Escobar

Soy el fundador de Corporación KRONOZ, divulgador de ciencia, amante de la naturaleza, y fiel creyente del error y superación del ser humano, “El tiempo es solo una mera ilusión, el pasado, el presente y el futuro, existen simultáneamente, como parte de un rompecabezas, sin principio ni final”.

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