Ganado Vacuno o Bovino: concepto, utilidad, cuidado y desarrollo
El conjunto de animales domésticos que incluye bueyes, vacas y toros, conocido como ganado vacuno o bobino, se cría en vastas extensiones de tierra que proveen las condiciones adecuadas para su crecimiento y cuidado. Estos grupos de animales suelen ser considerados como una fuente de alimento y/o ingreso económico para los seres humanos.
Indice de Contenido
Introducción
La cría de ganado vacuno o bobino brinda la posibilidad de obtener productos como carne, cuero y leche, los cuales son regulados y supervisados por organismos públicos o privados encargados de establecer las normativas necesarias para asegurar la higiene y seguridad en su producción. No cumplir con estas normas puede acarrear sanciones económicas para el responsable de la explotación ganadera.
La ganadería se refiere a la actividad humana dedicada a la cría de ganado vacuno o bovino. Esta labor no solo implica el cuidado de estos animales, sino que se enfoca principalmente en el manejo de grandes mamíferos que suelen pesar entre 600 y 800 kilogramos. Estos animales son rumiantes de gran envergadura, con cuerpos robustos y fuertes.
La cría de la vaca recién nacida se conoce como ternera o ternero, y durante el periodo de lactancia es llamada ternera lechal. La vaca es especialmente reconocida por su capacidad de producir leche, mientras que el toro es el macho capaz de procrear. Por otro lado, un buey es un toro macho que ha sido castrado, y por lo general son animales de edad avanzada. Al ser castrados, suelen ser más dóciles y tranquilos.
Se estima que hace alrededor de 9,500 a 11,000 años, algunas civilizaciones ya se dedicaban a la cría de ganado, aunque en aquel entonces estos animales eran empleados principalmente como fuerza de tiro para objetos, más que como una fuente de alimento o productos derivados. Con el paso del tiempo, esta actividad se expandió y se desarrolló en distintas regiones del mundo.
En los inicios de la domesticación de estos animales, se les empleaba principalmente por su fuerza bruta. Sin embargo, muy pronto se descubrió su utilidad para la producción de leche y carne, así como para el arado de la tierra. Posteriormente, se empezaron a aprovechar sus derivados, como los cuernos que se usaban para crear elementos decorativos o utensilios. También se descubrió que su excremento era una fuente valiosa de fertilizante y combustible, mientras que su piel podía ser utilizada para la producción de vestimenta y otros productos similares.
En la actualidad, el ganado vacuno se puede clasificar en dos especies: la Bovidae Taurus, originaria del continente europeo, que comprende gran parte de los diferentes tipos de ganado lechero y de carne, y la especie Bovidae Indicus, que tiene su origen en India y se caracteriza por la joroba que se encuentra entre los hombros del animal.
Una forma adicional de clasificar los tipos de ganado es por su producción. Por ejemplo, tenemos el ganado que ha sido mejorado genéticamente para producir carne y aquel que ha sido mejorado para la producción de leche. El bovino destinado a la producción de carne tiene huesos y piel más gruesos, con acumulación de grasa, lo que les da un aspecto robusto y curvilíneo. En contraste, el bovino de leche tiene huesos más delgados y piel más fina, lo que les da una apariencia más flaca y angular, aunque tienen ubres más grandes.
Cuidados Necesarios en el Ganado Vacuno
Es fundamental contar con establos diseñados específicamente para el ganado vacuno y evitar mezclarlos con otros animales. Las áreas destinadas a la alimentación del ganado deben ser higiénicas y tener acceso exclusivo para el ganado vacuno.
El agua es un recurso fundamental para la supervivencia del ganado, ya que constituye aproximadamente el 70% del peso corporal de los animales adultos y más del 90% de los terneros recién nacidos. Cabe destacar que si un animal pierde el 20% de su agua corporal, puede fallecer. Por esta razón, se debe garantizar que los animales tengan acceso a agua fresca y limpia, sin olores o sabores desagradables, y sin la presencia de sustancias tóxicas o microorganismos perjudiciales. Es recomendable que el agua esté disponible en todo momento o, como mínimo, ofrecerla de 2 a 3 veces al día.
Mantener un registro de peso individual de cada animal en el ganado vacuno es importante para monitorear su progreso y desarrollo, ya sea para la producción de leche o carne. De esta manera, se puede detectar cualquier anormalidad en su crecimiento y llevar al animal a un especialista si es necesario. Un seguimiento constante también permite ajustar su alimentación y dieta según su necesidad, lo que a su vez puede mejorar la producción y salud del ganado.
La administración de antibióticos por vía oral es común en el ganado vacuno. El rumen del animal alberga una gran cantidad de bacterias que descomponen la fibra presente en el pasto, lo que permite al ganado aprovechar mejor los nutrientes que otros animales no pueden digerir.
Cuando se desea cambiar la alimentación del ganado, es importante realizarlo gradualmente durante un período de dos a cuatro días, para evitar problemas digestivos. Se debe comenzar con pequeñas cantidades del nuevo alimento e ir aumentando la proporción diaria en un 25 por ciento hasta alcanzar la dieta deseada.
Es importante sembrar pastos que sean resistentes a las condiciones climáticas y geográficas de la zona donde se encuentra el ganado, como por ejemplo jaragua, guinea, gamba, estrella, entre otros. Además, se debe evitar que los animales pastoreen por largos períodos de tiempo en un mismo potrero, ya que esto puede llevar a un sobrepastoreo y dañar el pasto. Durante la temporada de invierno, el crecimiento de pastos es óptimo, pero en verano se requiere irrigación para mantener la calidad del pasto. Un buen pasto es fundamental para el crecimiento de un animal productor de carne o leche.
Los animales necesitan una pequeña cantidad de minerales diariamente para sobrevivir y mantener un rendimiento máximo. La sal común o cloruro de sodio es el mineral principal que requiere el ganado, pero existen otras sales comerciales que se formulan según lo que el producto necesite. Es importante tener en cuenta que la deficiencia de minerales puede causar problemas de salud en el ganado y afectar la producción de carne y leche.
Es recomendable comenzar un proceso gradual de destete del ternero a partir de los 3 meses, aunque la madre podría alimentarlo hasta los 7 meses. Durante este proceso, se debe suministrar al ternero forraje y alimentos secos para estimular el desarrollo del rumen.
Es importante proporcionar refugios y zonas recreativas para el ganado, y delimitar áreas específicas para cada actividad. Un espacio adecuado para un número reducido de animales sería de al menos 8000 metros cuadrados, lo que les proporcionará suficiente pasto como alimento. Los cercos pueden construirse con materiales como tapial o adobe, o bien utilizando postes de madera unidos por cables o alambres de púas.
Es importante contar con comederos estables y construidos sobre una superficie de concreto para evitar el desperdicio de alimentos y asegurar que solo el ganado tenga acceso a ellos. Además, es fundamental mantener separados a otros animales de los comederos y garantizar que la comida no contenga altos niveles de proteínas o productos químicos con malos olores.
Es recomendable rotar el ganado entre los potreros diariamente, evitando concentrar todo el ganado en un mismo lugar sin haber acondicionado previamente otros espacios. De esta forma, se evita el sobrepastoreo de una misma área y se garantiza que el pasto se renueve adecuadamente, proporcionando alimento suficiente para la población de ganado.
Es fundamental que los alimentos y el agua sean fácilmente accesibles para los animales, de manera que no se presenten problemas como la pérdida de peso o la desnutrición. Durante el séptimo mes de gestación de la hembra, la cría se encuentra en pleno desarrollo, lo que implica que el ganado requiere de raciones de comida más abundantes.
Es fundamental anotar la fecha de apareamiento de las vacas para poder estimar el momento aproximado del parto y establecer la fecha para el secado de las mismas. Se recomienda que el secado se realice entre 50 y 60 días antes del parto para permitir que la glándula mamaria se recupere adecuadamente. Con un registro detallado de los servicios, se puede planificar mejor la gestión del ganado y garantizar una producción eficiente y saludable.
Es fundamental realizar el proceso de secado de la vaca para cumplir varios objetivos: A) Restablecer el sistema mamario que se ha deteriorado por la constante ordeña. B) Recuperar la energía y el vigor del animal después de la fatiga producida por la lactancia. C) Preparar adecuadamente la condición corporal del animal para el siguiente parto. Por lo tanto, es recomendable realizar el secado con 55 a 60 días de anticipación antes del siguiente parto.
La construcción de áreas cubiertas para brindar sombra es un aspecto crítico en la producción ganadera. Esto se debe a que si la temperatura y la humedad ambiental se mantienen por encima de los 25°C y el 50% respectivamente durante largos periodos de tiempo, los animales pueden experimentar altos niveles de estrés que pueden disminuir su producción de leche o afectar su ganancia de peso en el caso de los animales destinados a la producción de carne. Por lo tanto, es esencial proporcionar sombra adecuada para el ganado.
Es recomendable proporcionar heno de alta calidad a los animales, ya que es una fuente de alimento más nutritiva que el guate. Los adultos deberían recibir alrededor de 18 libras por día, mientras que los terneros pueden recibir hasta 10 libras. Para obtener un heno de calidad, es importante cortar el pasto antes de que florezca, ya sea a través del riego o después del inicio de las lluvias, y secarlo adecuadamente para evitar la pérdida de nutrientes.
Es fundamental priorizar la alimentación de los sementales, suministrándoles sales minerales, agua y una dieta adecuada, ya que su genética es responsable del 50% de la calidad del rebaño. Posteriormente, se deben atender las vacas recién paridas, quienes requieren de una gran cantidad de energía y nutrientes como proteínas, vitaminas y minerales, tanto para su recuperación como para la producción de leche y el desarrollo de la cría en caso de estar gestantes.