Reserva Biológica Laguna caratasca

La laguna de Caratasca, conocida también como la laguna de los lagartos, es un extenso cuerpo de agua dulce en Honduras, situado en el departamento de Gracias a Dios, en la región noreste del país. En las cercanías de su orilla se encuentra la localidad de Puerto Lempira, que además es la capital de este departamento. Esta laguna está enclavada en la ecorregión de Manglares de Mosquitia, que forma parte de la exuberante y densamente vegetada zona de Mosquitia, caracterizada por su selva tropical y sus manglares.

 

Introducción

La laguna de Caratasca, conocida también como la laguna de los lagartos, se conecta con el Mar Caribe, adentrándose en el territorio hondureño a una distancia aproximada de 12 kilómetros y tiene una anchura de 60 kilómetros. Su boca, que se une al Mar Caribe, abarca unos 5 kilómetros. Esta laguna está configurada por un sistema de lagunas interconectadas naturalmente, situadas al sur y al este, como Tibalaca, Tansin y Warunta. Estas lagunas son alimentadas por las aguas dulces de los ríos Mocoron, Ibantara y Warunta, además de las lagunas de Cauquira y Cohunta.

La zona que rodea esta laguna está caracterizada por montañas y valles cubiertos de hermosos bosques, que albergan una abundante biodiversidad. En esta región, el pueblo más destacado es Puerto Lempira, aunque también se encuentran comunidades como Tansin, Palkaka, Cauquira, Prunmitara, Yaurabila, Crata, Pusuaya y Uji a lo largo de la laguna.

Además, la laguna de Caratasca cuenta con varias islas, como Tansin, Tebocra y Palkaka, donde residen familias pertenecientes a las etnias miskitas, contribuyendo a la diversidad cultural de la región.

La laguna abarca una extensión de aproximadamente 1,100 km² y se adentra en la tierra unos 37 km desde el Mar Caribe. En realidad, esta laguna se compone de múltiples cuerpos de agua interconectados por canales naturales. Las lagunas de Warunta, Tansin y Tilbalaca contienen agua dulce y reciben el flujo de los ríos Mocorón, Warunta, Nakunta e Ibantara. Por otro lado, la laguna de Tara desemboca en el Mar Caribe. La isla más grande dentro de la laguna es la isla Tansin, y su costa occidental forma parte de una reserva biológica.

Flora y Fauna

La Laguna de Caratasca, ubicada en una región de gran biodiversidad en el noreste de Honduras, alberga una amplia variedad de flora y fauna.

Flora:

1. Manglares: La laguna y sus sistemas de lagunas están rodeados de extensos manglares, que son hábitats críticos para una diversidad de especies marinas y aves. Entre las especies de manglares presentes se incluyen el mangle rojo, el mangle blanco y el mangle negro.
2. Bosques Costeros: La región también alberga bosques costeros que incluyen una variedad de árboles, arbustos y plantas adaptadas a condiciones salinas.
3. Palmas: En la zona de Caratasca, es común encontrar diversas especies de palmas, como la palma real, que es emblemática de la región de Mosquitia.

Fauna:

1. Aves Acuáticas: La laguna y sus alrededores son hábitats importantes para aves acuáticas. Se pueden avistar especies como garzas, pelícanos, águilas pescadoras y diversas especies de patos.
2. Peces: La laguna es rica en peces, incluyendo especies como el robalo, la mojarra, el bagre y el pez gaspar. La pesca es una actividad económica importante para las comunidades locales.
3. Reptiles y Anfibios: La presencia de agua dulce y manglares crea un ambiente propicio para reptiles como cocodrilos, caimanes y tortugas. También hay una diversidad de especies de anfibios en la zona.
4. Mamíferos: En los bosques circundantes a la laguna, es posible encontrar mamíferos como monos aulladores, monos araña, venados y jaguares. Estos últimos son más difíciles de avistar debido a su naturaleza esquiva.
5. Crustáceos y Moluscos: Los manglares son hogar de diversos crustáceos, como cangrejos y camarones, así como de moluscos como conchas y caracoles.
6. Insectos y Mariposas: La biodiversidad también se extiende a los insectos y mariposas que habitan la zona.

Es importante destacar que la Laguna de Caratasca y su entorno son de gran importancia para la conservación de la biodiversidad en Honduras y requieren medidas de protección y manejo sostenible para preservar estos ecosistemas únicos y la vida silvestre que depende de ellos.