Bienes raíces: concepto, tipos y ejemplos

En términos generales, los bienes inmuebles son aquellos elementos que se encuentran adheridos a la tierra, como terrenos, construcciones, fábricas, entre otros, y que pueden ser objeto de transacciones comerciales en el ámbito inmobiliario. Estos bienes pueden ser alquilados, traspasados, cedidos o vendidos entre distintas entidades, ya sean individuos, empresas, organizaciones benéficas, religiosas, educativas, fideicomisos o cualquier entidad jurídica reconocida por la ley.

Introducción

Las limitaciones que afectan la venta de propiedades inmuebles se aplican a individuos menores de edad, personas con discapacidades y algunas entidades corporativas, y en términos más generales, son relevantes en situaciones en las que la ley establece alguna forma de incapacidad. En algunos casos, será necesario solicitar autorización de los tribunales competentes para proceder con la venta, mientras que, en otros, la decisión puede ser tomada por un tutor o un fideicomisario.

Generalmente, la forma más común de adquirir bienes inmuebles es mediante la compra-venta, donación o herencia. En el caso de una transacción de compra-venta, el vendedor proporciona al comprador una escritura que describe detalladamente la propiedad transferida. Para que esta información sea registrada en el Registro de la Propiedad, es necesario formalizarla mediante una escritura pública, lo cual se lleva a cabo ante un notario que garantiza la autenticidad y legalidad de la transmisión.

Normalmente, antes de formalizar una venta mediante escritura, el vendedor y el comprador acuerdan los términos a través de un contrato, en el que el comprador debe hacer un pago a modo de señal y adelanto del precio acordado. Es importante que el comprador verifique, ya sea personalmente o con la ayuda de un abogado, que el vendedor posee todos los derechos sobre la propiedad y que ésta no cuenta con cargas pendientes. En caso afirmativo, se procederá a la venta y la propiedad será transferida al comprador en el momento en que este realice el pago completo del precio acordado.

En el caso de que un propietario fallezca sin haber dejado un testamento (intestado), la propiedad de un bien inmueble se transferirá directamente a sus herederos legales. En cambio, si el propietario ha elaborado un testamento, la propiedad pasará a las personas que haya designado como herederas. En lo que respecta a la transmisión de bienes inmuebles por donación a la Iglesia, instituciones educativas o entidades benéficas, la cesión de la escritura es suficiente para llevar a cabo la transferencia.

En términos legales, se considera que un individuo posee completa y absoluta propiedad sobre un bien inmueble cuando tiene el derecho de disfrutarlo de manera libre y sin restricciones. La plena propiedad es la forma más común de propiedad de las viviendas privadas, los edificios de apartamentos y oficinas, así como de las fábricas y otros tipos de propiedades inmobiliarias.

 

Multipropiedad

La multipropiedad es una figura legal que alcanzó su apogeo en los años 90 y consiste en que una propiedad, como por ejemplo un apartamento, puede ser propiedad de múltiples individuos durante un tiempo limitado, generalmente una semana, quince días o un mes al año.

La multipropiedad también puede referirse a conjuntos urbanísticos que cuentan con jardines y áreas comunes. Cuando un individuo adquiere una parcela, también se convierte en propietario de una fracción proporcional de las instalaciones compartidas y debe pagar una parte de los impuestos correspondientes, así como una cuota mensual para el mantenimiento y conservación de dichas áreas. Al vender su propiedad, el propietario transfiere tanto la propiedad de su apartamento como su parte proporcional de las áreas comunes a través de una escritura.

Propiedad Cooperativa

La propiedad cooperativa se caracteriza por ser propiedad de una corporación que incluye tanto los apartamentos como las áreas comunes. Al adquirir un apartamento, el comprador obtiene acciones de la corporación y recibe un contrato que lo nombra usufructuario. Es decir, el propietario tiene derecho a utilizar el apartamento, pero no es dueño del inmueble en sí.

En la propiedad cooperativa, cada miembro de la corporación es responsable de pagar una cuota fija mensual, que cubre la hipoteca, seguros y mantenimiento de las instalaciones comunes. El propietario que desea vender su apartamento debe vender su parte de acciones a la corporación, la cual emitirá un nuevo certificado a nombre del nuevo comprador. Cabe destacar que la legislación sobre este tipo de propiedad varía entre los diferentes países.

Además de adquirir la propiedad plena de un bien raíz, tener posesión de uno puede resultar beneficioso para su alquiler, hipotecamiento o utilización como garantía para préstamos.