El Himno Nacional de Honduras

El Himno Nacional de la República de Honduras se encuentra entre los tres símbolos patrios reconocidos por la legislación, junto con la bandera y el escudo. Su designación como tal se consolidó a partir de 1915, pero obtuvo su estatus oficial en 1917 mediante un decreto emitido por Alberto Membreño. La composición musical es obra de Carlos Hartling, originario de Alemania, mientras que la letra fue redactada por Augusto C. Coello. La estructura del himno comprende un coro y siete estrofas, aunque en la versión más difundida, solo se entonan el coro y la séptima estrofa.

 

Introducción

El Himno Nacional emerge como uno de los símbolos más significativos y conmovedores de una nación, evocando un profundo sentido de orgullo, civismo y amor por la patria. Desde 1821 hasta 1915, Honduras careció de un Himno Nacional, lo que generó momentos incómodos durante eventos, actos y ceremonias oficiales, donde se interpretaban composiciones ajenas que no inspiraban el auténtico amor por la patria.

Himno Nacional Honduras

 

El Himno Nacional de Honduras es una notable creación poética y musical que relata de manera cronológica los eventos históricos más relevantes del país, desde el período precolombino hasta la proclamación de la Independencia en 1821. La letra de este himno fue redactada por el poeta hondureño Augusto C. Coello, con arreglos musicales a cargo del maestro alemán Carlos Hartling. Además, el licenciado Gualberto Cantarero Palacios se encargó de elaborar el argumento y la explicación oficial de la obra.

El Himno Nacional abarca cuatro aspectos fundamentales:

  • Histórico: Narrando de manera secuencial, desde la primera hasta la sexta estrofa, los eventos históricos que han marcado al país desde la época precolombina hasta el logro de la Independencia.

  • Patriótico: Reflejado especialmente en las palabras que componen la séptima estrofa, donde se exalta el sentido de patriotismo y amor por la nación.

  • Jurídico: Respaldado por dos decretos importantes, el No. 42 que establece su emisión y el No. 34 que confirma su aprobación, consolidando así su estatus legal.

  • Artístico: Destacando tanto su letra, que constituye un hermoso poema, como su música, una obra impresionante que contribuye al valor artístico del himno.

Composición del Himno Nacional de Honduras

El Himno Nacional de Honduras consta literalmente de 7 estrofas y un coro. Cada estrofa está formada por 8 versos decasílabos, lo que suma un total de 64 versos, con acento métrico en la tercera, sexta y novena sílaba.

En términos musicales, se dice que está compuesto por 7 solos y un coro que se repite al final de cada solo o estrofa. El coro se debe cantar con un ritmo de marcha en compás de cuatro cuartos, mientras que los solos deben ser interpretados de manera moderada y pasiva.

La tonalidad para la entonación del Himno Nacional de Honduras es Si bemol Mayor, considerada la más cómoda y adecuada para el registro vocal de los niños.

El coro del himno posee un movimiento musical denominado "Allegro", que significa alegre, majestuoso y expresivo, mientras que los solos tienen un movimiento musical llamado "Andante", que indica un tempo lento, solemne y reflexivo.

Origen del Himno Nacional de Honduras

En 1904, el entonces presidente de la República, el General Manuel Bonilla, encomendó a un grupo de escritores nacionales la tarea de componer himnos con el objetivo de elegir el más adecuado para convertirse en el Himno Nacional.

No obstante, fue hasta el año 1910, durante el Mandato Presidencial de Miguel Dávila y por iniciativa de los Diputados Rómulo E. Durón y Ramón Valladares, que se anunció oficialmente un concurso para la creación de la letra y la música del Himno Nacional. Este concurso se llevó a cabo bajo el decreto No. 115 emitido por el Soberano Congreso Nacional de Honduras.

Sin embargo, en 1912, el concurso fue declarado "desierto" ya que ninguno de los 10 trabajos presentados cumplía con los requisitos exigidos.

En 1915, el Presidente de la República, Dr. Alberto Membreño, emitió el Decreto No. 42, mediante el cual oficializó el Himno Nacional escrito por el poeta hondureño Augusto Constancio Coello y la música del maestro alemán Carlos Hartling. Dicho decreto fue publicado en el Diario Oficial La Gaceta el 15 de enero de 1916 y ratificado el 23 de enero de 1917 bajo el Decreto Legislativo No. 34.

Según el Cuestionario Cívico del Himno Nacional de Honduras, redactado por el Profesor Francisco Arístides Medina, el Himno Nacional de Honduras fue entonado por primera vez en la Escuela Guadalupe Reyes de Tegucigalpa el 15 de septiembre de 1904, y en Comayagüela, en la Escuela Normal de Señoritas, actualmente República de Argentina.

A pesar de que en 1907 se cantó nuevamente en una reunión de Presidentes Centroamericanos en Amapala, surge una aparente contradicción, ya que en 1910 se inició el concurso para seleccionar el Himno Nacional, el cual fue declarado desierto en 1912.

No obstante, el historiador hondureño Nahum Valladares, en su columna "Teguz del Recuerdo" en el Diario La Tribuna, menciona que el Himno Nacional de Honduras fue interpretado por primera vez por un grupo de Normalistas el 28 de marzo de 1912, en un evento público durante el Mandato Presidencial del General Manuel Bonilla, aunque aún no había sido oficialmente declarado. Esta discrepancia deja dudas sobre cuál de los datos es correcto.

Letra del Himno Nacional de Honduras

Coro

Tu bandera es un lampo de cielo
por un bloque de nieve cruzado;
y se ven en su fondo sagrado
cinco estrellas de pálido azul;
en tu emblema, que un mar rumoroso
con sus ondas bravías escuda,
de un volcán, tras la cima desnuda
hay un astro de nítida luz.


I
India virgen y hermosa dormías
de tus mares al canto sonoro,
cuando echada en tus cuencas de oro
el audaz navegante te halló;
y al mirar tu belleza extasiado,
al influjo ideal de tu encanto,
la orla azul de tu espléndido manto
con su beso de amor consagró.
Coro


II
De un país donde el sol se levanta,
más allá del atlante azulado,
aquel hombre te había soñado
y en tu busca a la mar se lanzó.
Cuando erguiste la pálida frente,
en la viva ansiedad de tu anhelo,
bajo el dombo gentil de tu cielo
ya flotaba un extraño pendón.
Coro


III
Era inútil que el indio tu amado,
se aprestara a la lucha con ira,
porque envuelto en su sangre Lempira
en la noche profunda se hundió;
y de la épica hazaña, en memoria,
la leyenda tan sólo ha guardado
de un sepulcro el lugar ignorado
y el severo perfil de un peñón.
Coro


IV
Por tres siglos tus hijos oyeron
el mandato imperioso del amo;
por tres siglos tu inútil reclamo
en la atmósfera azul se perdió;
pero un día gloria tu oído
percibió, poderoso y distante
que allá lejos, por sobre el atlante
indignado rugía un león.
Coro


V
Era Francia, la libre, la heroica,
que en su sueño de siglos dormida
despertaba iracunda a la vida
al reclamo viril de Dantón;
era Francia que enviaba a la muerte
la cabeza del rey consagrado
y que alzaba, soberbia a su lado
el altar de la Diosa razón.
Coro


VI
Tú también¡Oh mi patria!te alzaste
de tu sueño servil y profundo;
tú también enseñastes al mundo
destrozado el infame eslabón.
Y en tu suelo bendito, tras la alta
cabellera de monte salvaje
como un ave de negro plumaje
la colonia fugaz se perdió.
Coro


VII
Por guardar ese emblema divino
marcharemos¡Oh patria!a la muerte;
generosa será nuestra suerte
si morimos pensando en tu amor.
Defendiendo tu santa bandera,
y en tus pliegues gloriosos cubiertos,
serán muchos, Honduras, tus muertos,
pero todos caerán con honor.

Explicación del Himno Nacional de Honduras

Coro:

Imagina la bandera como un resplandor celeste, atravesada por una franja blanca que simboliza la paz, serenidad y pureza, valores que deben prevalecer en el espíritu hondureño. Las cinco estrellas evocan la unión de los estados centroamericanos en una sola patria fuerte, próspera y respetada.

El emblema incluye el escudo con la leyenda: "República de Honduras, libre, soberana e independiente, 15 de septiembre de 1821", inscrita en el óvalo. El mar embravecido representa los océanos que bañan y protegen las costas hondureñas, mientras que el volcán simboliza el territorio nacional resguardado por estos dos mares. Desde el volcán emerge el sol, antigua imagen de adoración que ilumina y calienta, señalando que la vida se renueva cada día con juventud perenne.

Primera estrofa:

Honduras se personifica como una india virgen y hermosa, símbolo de un suelo no pisoteado por forasteros. Sus ojos cerrados a la luz de la civilización europea, arrullada por el sonido constante del mar, reposa con sus riquezas a su alrededor, tal como la encontró Cristóbal Colón en 1502.

El descubrimiento de tanta belleza natural asombró a Colón, quien consagró el acto con las olas del mar, como besos eternos de amor.

Segunda estrofa:

Colón, con la visión de nuevas tierras, emprendió su expedición tras superar desafíos en Portugal y España. En su cuarto viaje, descubrió Honduras el 17 de agosto de 1502, tomando posesión en nombre de los Reyes españoles. La india que personificaba a Honduras, al despertar, notó la bandera española flameando como señal del hallazgo de Colón.

Tercera estrofa:

La ocupación y dominio español siguieron al descubrimiento. En 1537, Lempira lideró la resistencia indígena contra los conquistadores, estableciendo su campamento en las alturas. La traición llevó a su muerte, implantando así el dominio colonial.

Cuarta estrofa:

Tres siglos de dominio español oprimieron a los nativos en verdadera esclavitud. Las ansias de libertad surgieron ante el eco del movimiento revolucionario francés en 1789.

Quinta estrofa:

El nacimiento político de Francia, con la revolución de 1789, marcó el despertar hacia la libertad, igualdad y fraternidad. Nuestra patria, siguiendo este ejemplo, proclamó su independencia el 15 de septiembre de 1821.

Sexta estrofa:

Honduras, al igual que Francia, se liberó de las cadenas coloniales y se presentó ante el mundo con personalidad propia. La independencia se proclamó el 15 de septiembre de 1821, marcando el fin de la dominación española.

Séptima estrofa:

Juramos mantener a Honduras siempre libre, soberana e independiente, empleando todos nuestros recursos y fuerzas. Por la defensa de la Bandera Nacional, sagrada para nosotros, y el triunfo de la paz y la guerra, estamos dispuestos a sacrificar nuestras vidas, dejando un legado de honor para las generaciones futuras. El amor por la Patria está por encima de todo.

Mas Artículos Relacionados

¿Te ha gustado Nuestro artículo?, por favor compartelo en tus redes sociales

kilo tapias peralta escobar fundador

Kilo tapias peralta Escobar

Soy el fundador de Corporación KRONOZ, divulgador de ciencia, amante de la naturaleza, y fiel creyente del error y superación del ser humano, “El tiempo es solo una mera ilusión, el pasado, el presente y el futuro, existen simultáneamente, como parte de un rompecabezas, sin principio ni final”.

#kilotapias #EspacioHonduras #CorporaciónKronoz

facebook

instagram

linkedin

pinterest

twitter

youtube